Miércoles, 30 de Abril 2025, 14:44h
Tiempo de lectura: 3 min
No sé si estos son malos tiempos para la lírica, pero desde luego no parecen demasiado prósperos para el amor romántico. Qué bobada, dirán ustedes; si uno mira alrededor, el mundo parece chorreante de corazoncitos, de besos, de infinitos «te quiero», «te adoro» y de aún más infinitos «te amo», epíteto que de un tiempo a esta parte suele dedicarse no solo a la pareja, sino a diestro y siniestro: a un compañero de farras, a un compi del trabajo, al bebé del vecino, al vecino mismo y, por supuesto, a toda clase de mascotas, propias y ajenas.
-
1 ¿Tiene Trump un plan? Una teoría política medieval podría explicarlo
-
2 Por qué hay canciones que no puedes quitarte de la cabeza
-
3 Sí, tu jefe te espía: así funciona la tecnología que convierte tu jornada en una distopía
-
4 Atrapadas en otro mundo: dentro de una secta fundamentalista mormona
-
5 ¿Pero qué nos han hecho? Perros de diseño a capricho del consumidor
-
1 ¿Tiene Trump un plan? Una teoría política medieval podría explicarlo
-
2 Por qué hay canciones que no puedes quitarte de la cabeza
-
3 Sí, tu jefe te espía: así funciona la tecnología que convierte tu jornada en una distopía
-
4 Atrapadas en otro mundo: dentro de una secta fundamentalista mormona
-
5 ¿Pero qué nos han hecho? Perros de diseño a capricho del consumidor