Viernes, 17 de Mayo 2024, 09:54h
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Siempre me ha provocado una mezcla de perplejidad y desasosiego esa gente que confunde al autor de un libro con sus personajes, considerando que los juicios o los gustos que expresa una criatura de ficción son los mismos que cultiva o profesa su creador. Desde luego, un escritor siempre pone algo de sí mismo en sus ficciones; y, por lo tanto, cualquier personaje suyo tiene cierta 'contaminación' de su propia persona. Pero esa 'contaminación' muy frecuentemente resulta nimia o anecdótica; y, junto a esa leve 'contaminación', conviven en los personajes de ficción muchos ingredientes que nada tienen que ver con su creador: a veces son ingredientes puramente inventados, otras veces tomados de las mil y una personas que el escritor se ha cruzado en su vida; casi siempre muy mezclados, y de procedencias muy diversas.
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