Volver
';

Esta enfermera conoce los tres secretos de un corazón sano y fuerte

Con larga trayectoria profesional, Margarita Reina es un referente en el ámbito de la enfermería y del movimiento asociativo de los pacientes que han sufrido un evento cardiovascular. Como enfermera, tiene tres objetivos, tuyos también, que son los secretos para tener un corazón fuerte y disfrutar de buena calidad de vida.

Lunes, 02 de Septiembre 2024

Tiempo de lectura: 8 min

Transmite vitalidad y optimismo, y después de conversar con ella te sientes llena de energía. Sin duda, Margarita Reina tiene razón cuando señala el importante papel de la profesión enfermera a la hora de enseñar al paciente a cuidar el corazón y ganar calidad de vida.

Su experiencia profesional incluye su labor como enfermera y directora del área de enfermería en el Hospital Universitario de Valme de Sevilla, donde también ha participado en diversos proyectos de investigación.

Margarita también ha sido miembro fundador del Grupo de Prevención y Rehabilitación Cardiaca de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología, desempeñándose como vocal nacional de esta organización. Su compromiso con la mejora del cuidado cardiovascular la ha llevado a colaborar con la Escuela de Salud Pública de Andalucía y la Universidad Internacional de Andalucía.

alternative text
Margarita Reina, presidenta de Cardiosevilla.

Actualmente, ya jubilada, es vocal de Cardioalianza y presidenta de CARDIOSEVILLA, federación que incluye actualmente 19 asociaciones de pacientes, y vicepresidenta de Farca, la Federación Andaluza de Rehabilitados Cardíacos. Después de su participación en el segundo encuentro XLSemanal Ponle Corazón de Sevilla, hemos hablado con ella para conocer con mayor profundidad el trabajo de los profesionales de enfermería, sus necesidades, y también para escuchar sus consejos para cuidar nuestro corazón cada día.

Los secretos de un corazón fuerte

En primer lugar, es importante saber que, más allá de las tareas clínicas, las enfermeras desempeñan un rol de acompañamiento integral una vez que se ha sufrido un accidente cardiovascular -ictus o infarto-, con el objetivo de facilitar la recuperación y también con el propósito de evitar que ese evento se repita.

“Superado el momento agudo del evento -explica Margarita- el papel de las enfermeras en pacientes con cardiopatías se centra en tres aspectos fundamentales: ayudarles a modificar su estilo de vida, gestionar los factores de riesgo y darles apoyo e información que mejore la adherencia a los tratamientos”.

Estos objetivos que tienen las enfermeras pasan a ser las metas de los pacientes, y son también unas medidas fundamentales de prevención para todos, aunque no suframos enfermedad cardiovascular.

1

Adoptar hábitos de vida saludables

Para la presidenta de CARDIOSEVILLA es esencial que los pacientes comprendan que la enfermedad cardiovascular es crónica y que, sin cambios en el estilo de vida, y una adherencia estricta al tratamiento, podrían experimentar nuevos eventos agudos.

Los cambios en el estilo de vida pasan por evitar y controlar los factores de riesgo que afectan a nuestro corazón. Recordemos que el 80% por cierto del riesgo cardiovascular se evita con hábitos saludables.

2

Vigilar los factores de riesgo

Como señala el Dr. Fuster, los factores de riesgo cardiovascular se pueden clasificar en tres grupos: físicos (obesidad e hipertensión), químicos (diabetes y colesterol), y de conducta (fumar, falta ejercicio, dieta no saludable y falta de sueño).

Nuestra respuesta para mantenerlos a raya debe ser adoptar una vida activa, realizando ejercicio a diario, seguir la dieta mediterránea, controlar la hipertensión y el colesterol, así como evitar sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol y mantener una higiene del sueño, procurando dormir unas 8 horas.

 

3

Mantener la adherencia al tratamiento

Por último, cuando hemos sufrido un evento y el médico ha establecido una pauta de tratamiento, lo primordial es mantenerlo, no abandonarlo jamás, aunque nos encontramos mejor una vez que abandonamos el hospital.

Las enfermeras “jugamos un papel crucial como educadoras, facilitando el empoderamiento del paciente cardiópata y proporcionando educación y apoyo psicoemocional para facilitar los cambios en el estilo de vida y la adherencia a los tratamientos”, insiste Margarita Reina.

En el encuentro XLSemanal Ponle Corazón celebrado en mayo en Sevilla, Margarita ya recordó que 'muchos pacientes no saben interpretar correctamente los valores de su cLDL, que debe estar por debajo de 55 mg/dl”, por lo que la asistencia de las enfermeras y el papel de las asociaciones de pacientes es primordial.

En la consecución de estos objetivos, el acompañamiento que ofrecen las enfermeras al paciente va más allá del simple tratamiento médico, por lo que el trabajo de la enfermera requiere una serie de competencias altamente especializadas. Esto es debido a la complejidad de los cuidados cardiovasculares y la tecnología involucrada.

alternative text
Adopta la dieta mediterránea para reducir el riesgo cardiovascular.

Para Margarita Reina “contar con enfermeras especializadas mejora la seguridad en la atención a los pacientes”. Si bien es cierto que la especialización en este campo no está regulada, “se adquiere a través de cursos, másteres y programas organizados por entidades públicas y privadas -aclara-, como colegios profesionales, sociedades científicas y universidades”.

Con esta formación adquieren competencias que incluyen el conocimiento especializado de la fisiopatología de las enfermedades cardiovasculares y de los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.

También desarrollan habilidades clínicas avanzadas para monitorizar signos vitales, manejar equipos tecnológicos y realizar procedimientos específicos: “las enfermeras son clave en la evaluación y gestión de riesgos, identificamos tempranamente signos de deterioro cardíaco y podemos tomar decisiones rápidas en situaciones críticas”.

Competencias especializadas para una atención integral

Entre las destrezas para las que se prepara una enfermera especializada en cuidados cardiovasculares destacan las siguientes:

  • Conocimiento especializado: entender la fisiopatología de las enfermedades cardiovasculares, así como los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, incluidos medicamentos, dispositivos y procedimientos intervencionistas.
  • Habilidades clínicas avanzadas: monitorizar e interpretar signos vitales y parámetros hemodinámicos, manejar equipos y tecnología especializada como monitores cardíacos y desfibriladores, realizar procedimientos clínicos específicos y seguir pacientes a través de programas de telemedicina.
  • Evaluación y gestión de riesgos: identificar signos y síntomas de deterioro cardíaco, evaluar el riesgo cardiovascular, gestionar complicaciones y tomar decisiones rápidas en situaciones críticas.
  • Educación y apoyo al paciente y su familia: proporcionar educación sobre la enfermedad y el tratamiento, fomentar cambios en el estilo de vida, y ofrecer apoyo psicoemocional.
  • Habilidades interpersonales y comunicación: charlar efectivamente con pacientes, familiares y el equipo de salud, trabajar en equipo, y mostrar empatía.
  • Manejo de la adherencia terapéutica: desarrollar estrategias para mejorar la adherencia del paciente a los tratamientos y monitorear esta adherencia.
  • Gestión de casos y coordinación del cuidado: coordinar la atención a lo largo de las diferentes etapas del tratamiento y asegurar la continuidad del cuidado.
  • Competencias en investigación y práctica basada en la evidencia: aplicar la evidencia científica en la práctica clínica y participar en proyectos de investigación para mejorar los cuidados cardiovasculares.

El aspecto emocional en el acompañamiento

El rol de acompañamiento de las enfermeras incluye también la educación y el apoyo tanto al paciente como a su familia. Las enfermeras proporcionan información sobre la enfermedad, fomentan cambios en el estilo de vida y ofrecen apoyo psicoemocional, siendo la empatía y la comunicación efectiva habilidades esenciales en este proceso.

La presidenta de Cardiosevilla y vicepresidenta de Farca hace hincapié en la naturaleza asintomática de estas enfermedades: “a menudo esto lleva a los pacientes a subestimar el riesgo, por lo que la labor educativa y de acompañamiento de las enfermeras es vital para asegurar que los pacientes comprenden la gravedad de su condición”.

Para fortalecer esta función, es crucial que se reconozca y valore adecuadamente su papel en el sistema sanitario, asegurando los recursos y la formación continua que necesitan para desempeñar su labor de manera efectiva.

En el caso específico de los cuidados cardiovasculares, no existe una ruta estandarizada para las enfermeras, ni una regulación que contemple las competencias específicas en esta área y señaladas anteriomente. Esto se traduce en dificultades para ofrecer un seguimiento continuo y especializado a los pacientes, lo que resalta aún más la importancia de un apoyo adecuado en términos de recursos y formación.

Apoyo y reconocimiento a las enfermeras

Margarita subraya que la profesión de enfermería “a menudo no recibe el reconocimiento adecuado en el sistema sanitario, enfrentándonos a desafíos como la falta de recursos y herramientas necesarias para realizar el trabajo de manera efectiva”.

Para mejorar la calidad de la atención y el desempeño de las enfermeras hay que cumplir sus reivindicaciones y garantizarles lo siguiente:

  • Mayor reconocimiento y valorización: se requiere un reconocimiento justo de la contribución de las enfermeras al sistema de salud, reflejado en una remuneración equitativa y oportunidades de desarrollo profesional. Aunque las enfermeras tienen un grado universitario desde 2010, aún no se ha reconocido el nivel A1, lo que limitaría su autonomía y representación en comités y órganos de decisión.
  • Formación continua: acceso a programas de formación y actualización constante durante la jornada laboral para mantenerse al día con los avances médicos y tecnológicos. Además, es crucial desarrollar y reconocer especialidades y diplomas de acreditación para puestos específicos.
  • Ratios ajustadas: asegurar una provisión adecuada de recursos y herramientas necesarias para realizar el trabajo de manera efectiva, dado que los ratios de enfermeras en España están muy por debajo de la media europea.
  • Condiciones laborales justas: mejorar las condiciones laborales, incluyendo horarios razonables, estabilidad en los contratos y bolsas de contratación por especialidades.
alternative text
La práctica de ejercicio de forma regular protege nuestro corazón y arterias.

Reducir la incidencia cardiovascular juntos

Junto con estas reivindicaciones, Margarita Reina destaca la importancia de la colaboración con todos los profesionales médicos, incluidos los de atención primaria y los cardiólogos, en el seguimiento de los pacientes con infarto, ictus u otras enfermedades cardiovasculares.

Por otro lado, subraya que, aunque se dé este trabajo conjunto, las unidades de cardiología a menudo no pueden abarcar a todos los pacientes, especialmente a los de mayor edad, que a menudo quedan fuera de los programas de rehabilitación cardíaca. Y es aquí donde las asociaciones de pacientes, como Cardiosevilla, juegan un papel crucial al ofrecer soporte continuo y personalizado.

En estas asociaciones, se da a los pacientes y sus familias una educación permanente y accesible respecto a hábitos saludables, poniendo a su disposición un amplio abanico de actividades, como las salidas en grupo para hacer ejercicio, o participar en talleres o incluso clases de baile.

La pertenencia a un colectivo con el que se comparten problemas y necesidades contribuye positivamente en los pacientes.  “Sentir que estamos a su lado puede ser determinante en su estado anímico y en su adherencia al tratamiento”, concluye Margarita. Las asociaciones de pacientes son un complemento vital a la atención médica tradicional.

Margarita Reina ha compartido con nosotros necesidades de las instalaciones de las asociaciones de pacientes de CARDIOSEVILLA.

La sede en Sevilla capital precisa tapices rodantes, taquillas y mobiliario, “lo más urgente es el soporte para la formación de pacientes y directivos, el apoyo de monitores deportivos para el programa de actividad física de la fase III de la Rehabilitación Cardíaca -cuando el paciente vuelve a casa tras un evento- y personal técnico para tareas administrativas”.

Además, en las 19 asociaciones de Cardiosevilla se precisan “ordenadores, tensiómetros, bicicletas, material deportivo para hacer gimnasia, y desfibriladores”. Si puedes ayudar, contacta con ella en la asociación.