El ex de Carolina de Mónaco
El ex de Carolina de Mónaco
Viernes, 24 de Octubre 2025, 13:04h
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Tras cuatro años de relación, Ernesto Augusto de Hannover —exmarido de Carolina de Mónaco— y Claudia Stilianopoulos —hija de Pitita Ridruejo y de Mike Stilianopoulos, antiguo embajador de Filipinas en Madrid y Londres— se han separado. Es posible que el príncipe se quede en Madrid, donde viven su hijo Christian, su nuera Sassa de Osma y sus nietos.
Porque no es fácil la vida familiar de este príncipe emparentado con numerosas casas reales (entre otros con nuestra reina Sofía de quien es primo hermano, el padre de Sofía y la madre de Ernesto eran hermanos) y descendiente de una dinastía rebosante de sangre azul y rica en castillos. Hannover tiene un carácter complicado y ha tenido problemas con el alcohol. Ha protagonizado incidentes desagradables con camareros, porteros de discotecas y periodistas. Y también se ha peleado con su hijo mayor, Ernesto Augusto, con quien no se habla desde años.
En 2017, el hijo se casó con Ekaterina Malysheva, una diseñadora de origen ruso, a pesar de la rotunda oposición de su padre, que temía que los antiguos tesoros de los Hannover acabaran en manos de la rusa. Ernesto Augusto de Hannover no fue a la boda de su primogénito.
Se distanciaron por una trifulca económica y porque el padre no ha aceptado a la mujer con la que se ha casado su hijo. En 2004, el padre cedió a su primogénito parte de su herencia como futuro jefe de la Casa de Hannover; en el lote iba una de las grandes joyas de la familia: el castillo de Marienburg.
El enfrentamiento entre ambos fue total. Al año siguiente, el hijo cedió por un euro el castillo de la familia –muy caro de mantener– al Estado de Baja Sajonia. Para su padre aquello fue un duro golpe. Llevó a su heredero a los tribunales e intentó recuperar lo que le había cedido. Pero perdió.
En los últimos años, Hannover —muy desmejorado y con varios ingresos hospitalarios—se había refugiado en Claudia, 19 años menor que él. Con Claudia, divorcidada, madre de dos hijas, políglota y con un trabajo en una fundación, con vinculaciones en el mundo del arte, parecía que el príncipe irascible había encontrado estabilidad.
Con la ruptura se queda solo. No acabó bien con su primera mujer, la suiza de origen libanés Chantal Hochuli, íntima amiga de Carolina de Mónaco. De Carolina, su segunda mujer, se separó en 2008. No se han divorciado, se cree que porque ella ha sellado un pacto con los hijos de Hannover, con los que se lleva muy bien, para que él no se case de nuevo y se desbarate el patrimonio familiar.
Alejandra, la hija pequeña del príncipe alemán y la princesa monegasca, se lleva bien con su padre, según la prensa alemana. Pero se ven poco. Y no ha habido noticias de que haya viajado a Madrid a visitar a su padre cuando ha estado hospitalizado. Ernesto Augusto se ha quedado solo.