Kim Ju-ae, la hija de Kim Jong-un Criando a una dictadora del siglo XXI: El 'lucero del alba' de Corea

Hace unos meses, las norcoreanas llamadas Ju-ae fueron convocadas para cambiarse de nombre. A partir de ahora, nadie puede llamarse como Kim Ju-ae, la hija del dictador Kim Jong-un. Ese dato, junto con el hecho de que en 2023 se haya hecho pública media docena de fotos de la niña, ha convertido a Ju-ae en clara candidata a convertirse en 'neodictadora'. Pero lo que más ha afianzado la teoría de que será la heredera es que acaba de recibir un nuevo título oficial: 'estrella de la mañana de Corea', según dijeron residentes del país a Radio Free Asia.

Ese es un título muy importante «porque se utilizó para promover las primeras actividades revolucionarias del fundador nacional, su abuelo Kim Il-sung». De la niña no se sabe ni la edad; se especula con que tiene 11 o 12 años. Y con que sea la hija intermedia del dictador.

Las apariciones públicas de Ju-ae se han multiplicado desde finales de 2022, incluso se imprimió su foto en cinco nuevos sellos postales. Se dio a conocer por primera vez en noviembre de ese año cuando el Estado difundió imágenes de ella junto a su padre durante una visita a un centro de pruebas de misiles balísticos intercontinentales. En septiembre de 2023, incluso ocupó los primeros planos de las imágenes del desfile paramilitar realizado para conmemorar el 75 aniversario de la fundación de Corea del Norte.

Pero son muchas las cosas que tiene en contra. Ser mujer en un país heteropatriarcal 'por decreto' no es fácil. Según Elizabeth Salmón, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en Corea del Norte, los estereotipos de género generalizado siguen siendo la causa fundamental de la discriminación contra la mujer. A las mujeres se las llama 'flores' y su aspecto —vestimenta, peinado e incluso maquillaje— está sometido al control del Estado.

Salmón asegura que la violencia de género está normalizada: «Muchas mujeres en el país se han enfrentado a agresiones sexuales y violaciones, sobre todo por parte de hombres en puestos de autoridad con total impunidad». Alrededor del 70 por ciento de las personas que han huido a Corea del Sur son mujeres, según el informe.

Según explican en The New York Times, Kim quiere ser visto como un padre amoroso para todos sus ciudadanos y por eso ha lanzado a Ju-ae como un globo sonda con el fin de «comprobar las reacciones dentro y fuera de su régimen. Calibrar la lealtad de la élite de la sociedad es una forma de medir la consolidación de su poder; presumir a una hija podría significar que se siente razonablemente seguro».

La realidad del país, sin embargo, dista mucho de aceptar a una mujer en esta posición y las barreras de género son evidentes, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial. Para construir su imperio, Kim Il-sung (1912-1994) promovió la igualdad de derechos para impulsar la contribución de las mujeres a la economía y la sociedad. Una ley de 1946 otorgó el derecho femenino a votar y a postularse a cargos públicos y se creó la Unión Democrática de Mujeres. Pero en la década de 1990, el Estado se hundió en una crisis económica y una hambruna mortal. Las familias solo sobrevivieron porque las mujeres casadas asumieron el doble papel de sostén económico y ama de casa.

Y, aunque hay mujeres muy poderosas, como la hermana de Kim Jong-un, son excepciones y nunca se muestran de cara al público. Además, sigue existiendo un potencial hermano mayor de Ju-ae, a quien nunca se ha visto, que podría ensombrecer el brillo del 'lucero del alba'.