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Kenneth Rogoff Execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional «El dinero en efectivo es una maldición»

«¡Acabemos con el dinero físico!», sentenció hace siete años este profesor de economía en Harvard. Entonces parecía un disparate. Hoy es una voz de referencia. (Pero, ojo, tampoco le convencen las criptomonedas tal y como están).

Por Carlos Manuel Sánchez | Fotografía: Arnold Berg

Domingo, 30 de Enero 2022

Tiempo de lectura: 4 min

Pocos conocen mejor los entresijos de la política monetaria que Kenneth Rogoff (Rochester, Nueva York; 68 años). Este profesor de Economía y Política Pública de la Universidad de Harvard fue el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), una experiencia que le hizo cuestionarse la conveniencia del papel moneda. Escribe una columna mensual que se publica en más de 50 países. En su último libro, The curse of cash ('La maldición del dinero en efectivo') sostiene que el exceso de billetes en circulación es un problema para las finanzas públicas. Y que las criptomonedas lo están agravando.


XLSemanal. ¿Por qué dice que el efectivo es una maldición?

Kenneth Rogoff. Por dos razones. Una es que permite grandes transacciones anónimas: facilita la evasión fiscal. Los billetes de 100 dólares, de 1000 francos suizos y de 200 y 500 euros desempeñan un papel estelar en el tráfico de drogas, el blanqueo de dinero y la corrupción. Y la otra es que el exceso de efectivo dificulta las políticas monetarias.

XL. ¿Qué quiere decir?

K.R. Que el papel moneda puede considerarse como un bono de interés cero. Parece un asunto trivial, pero el límite cero ha paralizado la política monetaria en todo el mundo avanzado desde el colapso de 2008. Si la política de tipos negativos sin restricciones fuera posible, los bancos centrales nunca se quedarían sin 'balas', es decir, sin margen para seguir recortando los tipos de interés, un arma para dinamizar la economía.

XL. El Banco de España emitió recientemente letras del Tesoro a un interés ligeramente negativo.

K.R. Ya. Pero los tipos no pueden caer muy por debajo de cero mientras la gente tenga la opción de tener papel moneda, que al menos paga un interés cero.

XL. Con la pandemia han aumentado mucho los pagos digitales.

K.R. Sí. Pero ocurre algo curioso. También ha aumentado la circulación de los billetes.

«El 'bitcoin' se usa para delinquir y evadir impuestos. Las criptomonedas tienen cosas buenas, pero casi no se han regulado. Y me sorprende»

XL. ¿Y eso?

K.R. Porque el 80 o el 90 por ciento de lo que circula son billetes grandes. Las tarjetas de crédito, débito, los pagos sin contacto y las aplicaciones móviles se usan en pagos pequeños. Cada vez más pequeños, de hecho.

XL. Y si los Estados saben que los billetes grandes se usan para delinquir, ¿por qué no los eliminan?

K.R. Porque el monopolio gubernamental sobre el papel moneda es un negocio muy lucrativo. Estados Unidos, por ejemplo, ha obtenido una media de beneficios del 0,4 por ciento del PIB anual en los últimos años. Si el Gobierno estadounidense tuviera que emitir bonos para recomprar toda la oferta de papel moneda en dólares, tendría que añadir más del 7 por ciento del PIB a la deuda nacional. En la zona euro es similar.

XL. Los billetes más pequeños ¿también habría que restringirlos?

K.R. Es algo que está sucediendo ya, pero no viene impuesto desde arriba. Las innovaciones monetarias empiezan en el sector privado y se las terminan apropiando los gobiernos. Las criptomonedas, por ejemplo... Los bancos centrales intentan hacer ahora sus propias versiones.

«Los billetes de 100 dólares, de 1000 francos suizos y de 200 y 500 euros desempeñan un papel estelar en el tráfico de drogas, el blanqueo de dinero y la corrupción»

XL. ¿Le sorprende?

K.R. Lo que me sorprende es que apenas se hayan regulado. Las divisas digitales tienen muchas cosas buenas, pero otras que no deberían permitirse.

XL. ¿Cuáles?

K.R. El uso fundamental del bitcoin es para la actividad ilegal y la evasión fiscal. No deberían permitirse transacciones en bitcoins de millones de dólares. La economía sumergida oscila entre 20 y 30 billones de dólares. Las criptomonedas son una herramienta para mover ese dinero. Por eso le ganan terreno a las divisas nacionales y a los instrumentos tradicionales de pago, a pesar de que son ineficientes, caras de mantener y un desastre medioambiental.

«En caso de apagón, o en un escenario catastrófico con una caída de la Red de un par de semanas, contar con unos 500 euros en efectivo por persona sería suficiente»

XL. Entonces, ¿el futuro del dinero es digital?

K.R. La historia del dinero no es estática, y no debería chocarnos que evolucione del papel a lo electrónico, de los billetes a una versión gubernamental de las monedas virtuales. La mejor tecnología es la que triunfa a la postre. No es casualidad que las monedas de metal desplazasen a las no metálicas. Y que el papel hiciese menos relevantes a las monedas. Y no será casualidad cuando la era del papel desaparezca.

XL. Austria y otros países recomiendan a sus ciudadanos que mantengan dinero físico en casa por si hay un apagón. ¿Cuánto habría que guardar?

K.R. En Estados Unidos se asume que una familia debería tener unos 10.000 dólares. Pero no hace falta tanto. Durante la Gran Depresión, Roosevelt cerró los bancos una semana y la gente encontró medios de pago alternativos. Asumiendo un escenario catastrófico con una caída de la red de un par de semanas, unos 500 euros por persona sería suficiente.


Etiquetas: Bitcoin
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