¿Qué es el gusano vivo que Lucía Pombo tiene en el pie?: «La sensación es rara porque notas cómo se mueve»

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Imagen de archivo de Lucía Pombo en su boda.
Imagen de archivo de Lucía Pombo en su boda. Antonio Gutiérrez

La mayor de las hermanas Pombo estuvo a comienzos de noviembre de viaje en Zanzíbar, lugar en el que cree que podría haberse infectado

23 nov 2023 . Actualizado a las 10:09 h.

Lucía Pombo, la hermana de la conocida influencer y empresaria María Pombo, sorprendió a sus seguidores esta semana cuando contó, en sus redes sociales, que tiene un gusano alojado en su pie. La historia rápidamente se hizo viral. 

En un primer momento, acudió al hospital después de sentir «un picor intenso en el dedo del pie». Una vez allí descubrió que se trataba de una Larva Migrans, cuya solución es la prescripción de pastillas recetadas por el médico: «La sensación es rara porque lo notas moverse. Al principio estaba en la punta del dedo y se ha ido deslizando hacia abajo, hasta la planta del pie». Mediante fotos del gusano iba actualizando su estado: «Sigue activo, no sabéis la grima que da sentir cómo avanza», comentaba, a la vez que añadía: «Prefería vivir en la ignorancia». 

Dos capturas de los stories de Lucía Pombo en los que relataba el estado de la Larva Migrans.
Dos capturas de los stories de Lucía Pombo en los que relataba el estado de la Larva Migrans.

La piloto e influencer estuvo, a comienzos del mes de noviembre, de viaje en Zanzíbar (Tanzania) durante dos semanas. Precisamente, fue allí donde pudo haber entrado en contacto con esta larva: «La Larva Migrans se encuentra en zonas cálidas y húmedas con presencia de perros o gatos callejeros. Esta playa estaba plagada, así que lo más seguro es que el alien se incrustara en mi dedo aquí», escribía en una foto protagonizada por ella en una de los arenales que visitó durante su viaje. 

Por el momento, solo le queda esperar a que el tratamiento haga efecto. Eso sí, «es bastante lento», decía la influencer. Como era de esperar, el tema causó mucha curiosidad entre los usuarios de las redes, quienes se preguntaba cómo era posible que el gusano hubiese terminado ahí.

Pese a lo raro que pueda parecer, la larva cutánea migrans no es nada inusual. Ya aparecía en un documento publicado por la Asociación Española de Pediatría en 1996. En la nota, la entidad explica que las larvas migratorias pueden formar parte de especies parásitas tanto del humano como de los animales. «Estas larvas deben recorrer un camino por los tejidos y órganos del hospedador para alcanzar su localización definitiva y hacerse adultas». Estas larvas migratorias pueden llegar a los humanos, «aunque nunca alcanzarán la forma adulta ni completarán su ciclo vital». Según su localización, puede ser visceral o cutánea. 

¿Qué es una larva migrans?

Se trata de una parasitosis cutánea que se produce después de que las larvas filariformes de parásitos de perros y gatos entren en contacto con la piel humana. Las más frecuentes son las conocidas como A. caninum y A. braziliensis. «Los huevos de estos parásitos son expulsados a través de las heces de los perros y gatos», detalla la Aeped. Y, en terrenos óptimos para su crecimiento, como son los húmeros, estos eclosionan dando lugar a la aparición de larvas. Estos gusanos se mueven, debido al calor (lo que se conoce como termotropismo) y se sienten atraídos por la piel, «la cual perforan». Después crean túneles desde el punto de entrada, y logran avanzar de dos a cinco centímetros al día. 

¿Dónde se suelen encontrar?

La larva cutánea migrans es endémica de áreas tropicales y subtropicales, «y la mayoría de casos son importados de América Central, Sudamérica, África, Malasia o Tailandia». Por el contrario, no es propia de España.

¿Qué síntomas produce?

La manifestación clínica más habitual es la aparición de una dermatitis a la épocas horas de la penetración, sin causa aparente, que crece hasta desarrollar una lesión en forma serpiente y algo sobreelevada. «El síntoma más frecuente es el prurito», o lo que es lo mismo, picazón en la zona. Aunque también se ha descrito dolor, hinchazón local o un vesículo ampolloso. 

La localización varía en función de la zona cutánea expuesta, aunque lo más habitual en adultos es que se produzca en los pies, después de haber caminado descalzos y sin protección, mientras que en los niños, es más habitual encontrarlo en nalgas, manos y rodillas. 

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¿Cómo se puede evitar?

Es recomendable prevenirlo: «No hay que olvidar que se puede evitar esta infección tomando medidas preventivas al ir a playas tropicales que sean frecuentadas por perros, eligiendo zonas limpias por el influjo de las mareas y evitando el contacto directo de la arena con la piel», señala la Aeped. 

¿Cómo se diagnostica?

Los profesionales se basan en la observación de las lesiones cutáneas y en los antecedentes de viajes recientes a zonas endémicas para obtener un diagnóstico. Si bien la presencia de la larva es autolimitada, y se resuelve de manera espontánea en el plazo de uno a seis meses, el riesgo de infección bacteriana secundaria y la molestia del picor justifica la necesidad de tratamiento para los expertos.