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La cara factura de Putin a Europa

El gasoducto por el que pasa tu recibo de la luz

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El polémico gasoducto Nord Stream 2 es la última victoria de Putin. Conecta Siberia con Alemania y está dejando un reguero de perdedores; entre ellos, cada unos de nosotros, que estamos pagando las facturas de la luz más caras de la historia.

Por Carlos Manuel Sánchez

Lunes, 27 de Septiembre 2021

Tiempo de lectura: 9 min

El último tubo del gasoducto más polémico del mundo (Nord Stream 2) fue colocado el pasado 6 de septiembre en el fondo del mar Báltico. Es el número 200.858. Los trabajadores del buque ruso Fortuna lo celebraron con un selfi y un brindis en la cena. Ya no tienen que esconderse de los barcos de la Sexta Flota norteamericana para hacer su trabajo: transportar canutos de acero forrados de hormigón de 12 metros de largo, 1,22 metros de diámetro y 24 toneladas, depositarlos en el lecho marino y soldarlos hasta completar una doble tubería de 1230 kilómetros de longitud desde Ust-Luga (oeste de Rusia) a Greifswald (norte de Alemania). Misión cumplida.

También brindaron los tripulantes del Akademik Cherskiy, el barco de apoyo. Ya no son piratas. Habían zarpado desde el Extremo Oriente para ayudar en las tareas, circunvalando África, bajo protección de unidades de la Armada rusa y siempre jugando al despiste por la amenaza de sanciones de Estados Unidos, que declaró ilegal cualquier buque o empresa que interviniera en la construcción del Nord Stream 2.

Rusia no le ha cortado el grifo del gas a Europa, pero lo ha apretado tanto que ahora solo nos llega un hilillo, mientrasque hacia Asia va a todo trapo

Uno de los brindis fue a la salud de Vladímir Putin, que tiene motivos para regocijarse. Europa nunca ha sido tan dependiente como ahora del gas siberiano. El alivio de Angela Merkel también está justificado cuando se despide de la Cancillería: los alemanes tendrán combustible de sobra para sus estufas y sus fábricas en los duros inviernos que traerá el cambio climático. En Bruselas, sin embargo, se resignan: la aspiración de la UE a una política energética común se acaba de convertir en un 'sálvese quien pueda' y ahora se intenta escapar a la dictadura del gas impulsando el hidrógeno verde. Mientras tanto, en la Casa Blanca maldicen por la pérdida de influencia y en Ucrania ponen el grito en el cielo por el perjuicio económico: gran parte del gas que fluye en la actualidad desde Rusia a Europa pasa por territorio ucraniano, lo que hace que ingrese unos 1700 millones de euros en concepto de derechos de tránsito, el sostén de su PIB. Cuando entre en funcionamiento Nord Stream 2, a finales de año, Rusia podrá circunvalar a su enemigo. Y a Ucrania no le consuela que Merkel haya declarado que «no permitirá que Rusia utilice el gas como arma». Porque es eso lo que está haciendo Putin: utilizar el gas como palo o como zanahoria según le convenga.

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El calor de Siberia. El 40 por ciento del gas que calienta los hogares europeos ya procede de Siberia (en la foto). Y está pasando factura. Su precio se ha multiplicado por diez en un año y repercute en el coste de la luz, el transporte, los alimentos... |GETTY IMAGES

Rusia da preferencia a China  

Es esta una partida de ajedrez que ha ganado el Kremlin y ha dejado un reguero de perdedores; entre ellos, tú, que estás pagando las facturas de la luz más caras de la historia. Porque la coyuntura internacional se ha confabulado para que los precios estén (y sigan) por las nubes. La reactivación económica ha encarecido los derechos del dióxido de carbono, un mercado que permite a los países ricos y a las empresas que contaminan comprarles a los pobres cuotas para seguir emitiendo gases de efecto invernadero. Pero lo que más eleva la factura eléctrica es el precio del gas. Y la demanda mundial se ha disparado. Putin ha dado preferencia a China, que acapara los envíos de los yacimientos que el monopolio estatal ruso Gazprom tiene en la península de Yamal, en el lejano Ártico. Los mayores del mundo. Rusia no le ha cortado el grifo a Europa, pero lo ha apretado tanto que ahora solo corre un hilillo en dirección oeste, mientras que hacia Asia va a todo trapo. El flujo a Europa ha descendido a 20 millones de metros cúbicos diarios. Lo normal por estas fechas son 80 millones. Pero, entre la carestía y la avidez china, Gazprom ha multiplicado sus ingresos por 28 en lo que va de año.

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La gran tubería de Rusia. Putin se ha convertido en el gran 'capo' de la energía. Y lo será aún más cuando ya funcione el nuevo gasoducto (en la foto, uno de los tubos de Nord Stream 2). La UE se lo pensará dos veces antes de criticar su trato a los opositores o sus injerencias políticas. Incluso España, que se abastece sobre todo del Magreb, ha triplicado sus importaciones de gas ruso, que llega por barco a Bilbao. |NORD STREAM AG

Europa ha tenido que ponerse a la cola. Y, aunque el verano es una época de menor consumo, se aprovecha para bombear el gas a los depósitos subterráneos antes de que llegue el invierno. Pero, con la reducción de las importaciones, los depósitos están bajo mínimos. Cuando llegue el frío, pronostican los expertos, «se producirán situaciones de mucha tensión». Y los precios se encarecerán (aún más). Si piensas que han tocado techo, desengáñate. Un ejemplo reciente de lo que puede suceder lo acaba de vivir el Reino Unido. En algunas subastas, la luz ha alcanzado un precio medio de 375 euros y picos de casi 3000 el megavatio a causa de una calma chicha en el mar de Irlanda que paró las aspas de los aerogeneradores. Los expertos auguran apagones y precios desbocados hasta marzo.

Soldadores furtivos.
Soldadores furtivos. Construir el gasoducto Nord Stream 2 ha sido una odisea. Estados Unidos lo declaró ilegal y hubo una estampida de empresas, armadores, aseguradoras... Los trabajos submarinos se reanudaron a escondidas hasta que Joe Biden levantó las sanciones, tras negociar con Angela Merkel una compensacióna Ucrania. |NORD STREAM AG

Gazprom tiene ahora cuatro meses para que le certifiquen las obras del nuevo gasoducto. Y no vale con la firma de cualquier turbia empresa rusa de inspección, debe hacerlo una compañía internacional de prestigio. Joe Biden renunció en julio a las sanciones impuestas por Donald Trump, pero le queda la baza de que las tuberías no pasen la prueba. Estados Unidos no quiere dejar de ser el 'amigo americano' de Alemania. Si el Pacto de Varsovia quedó en papel mojado con la caída del Muro y el colapso de la Unión Soviética, es ahora la OTAN la que perdería su razón de ser si Europa queda a merced de Putin. La tensión se escenificó en el caos del aeropuerto de Kabul durante la evacuación de Afganistán. Bruselas ya no quiere depender de los marines e impulsa la creación de un ejército europeo. Y no hay que perder de vista que Estados Unidos también es productor de gas natural, el 'gas de la libertad' lo llama el Departamento de Energía, y tiene un excedente por el fracking que planeaba colocar a la UE...

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Eludiendo a los vecinos... Con el nuevo gasoducto —trazado en verde—, Gazprom logra que el gas procedente de Siberia vaya directo a Alemania por el mar Báltico, a lo largo de 1224 kilómetros, eludiendo el paso terrestre por otros países limítrofes, especialmente por Ucrania, Bielorrusia y Polonia. |Nord Stream AG

La coartada rusa

Gazprom alega que los flujos con destino Europa se redujeron a causa de un incendio en una planta de condensado en la ciudad siberiana de Novy Urengói. Pero analistas como Tom Marzec-Manser, de la consultora ICIS, consideran que se puede estar limitando a propósito el suministro a Europa con el fin de presionar para que Nord Stream 2 pase la inspección y se ponga en funcionamiento cuanto antes.


Si piensas que Gazprom es genuinamente ruso, te equivocas. La Federación Rusa controla el 50,2 por ciento, pero el segundo mayor propietario (16,7 por ciento) es el Bank of New York Mellon, cuyo primer accionista es el fondo de inversiones Berkshire Hathaway, del gurú de las finanzas Warren Buffett; seguido por los gigantescos fondos de capital riesgo Vanguard y BlackRock. Putin tiene en los puestos directivos de Gazprom a su gente de confianza desde sus tiempos en el KGB. Y también al excanciller alemán Gerhard Schroeder, al que el disidente Alekséi Navalni, que sigue en la cárcel, llama «el chico de los recados». Tampoco el gasoducto es enteramente ruso. Lo ha construido un consorcio que forma Gazprom con empresas de países de la primera velocidad europea: Alemania, Holanda, Austria, Francia... Putin ya ha conseguido, antes de que se ponga en funcionamiento, dos objetivos. Uno: enfrentar a Europa con Estados Unidos; y dos: provocar disensiones dentro de Europa. Todo esto puede sonarte a casino global. Pero, a diferencia de Las Vegas, lo que pasa en Siberia no se queda en Siberia.

Megaconstrucción submarina

Así se hizo el gasoducto de la discordia

El gasoducto Nord Stream 2, propiedad de la compañía rusa Gazprom y varios socios europeos, ya está acabado. Solo falta certificar las obras. Ha costado más de 9.500 millones de euros. Transportará 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, suficiente para cubrir las necesidades de 26 millones de hogares. Ha recibido todo tipo de críticas: aumenta la influencia del Kremlin en Europa, perjudica a las renovables, arruina a Ucrania y no está exento de riesgos ambientales.

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1. Más de 200.000 tubos de acero reforzado con una camisa de hormigón fueron descargados de los buques de transporte y apilados en barcazas antes de ser sumergidos a unos 110 metros de profundidad.

2. Cada tubo se ha 'cosido' al siguiente, como los gusanos de la procesionaria, hasta completar los casi 1230 kilómetros entre Ust-Luga, en la región de San Petersburgo, y la costa alemana.

3. Un cable, a modo de cordón umbilical, conectaba en todo momento el hábitat de soldadura con el buque.

4. Toda la operación se ha supervisado con cámaras de control retomo.

5. Los submarinistas descienden en una campana para tres personas. Hacían turnos de ocho horas. Pero en la superficie continuaban en una cámara presurizada a bordo del barco.

6. Bajo el mar, los tubos se alinean mediante globos de nivelación.

7. El proceso de empalme de los tubos se ha realizado en una cámara seca llamada 'hábitat de soldadura', donde los soldadores pueden trabajar sin traje de buzo.

8. La soldadura es de gran complejidad. Una vez terminada, se revisó con ultrasonidos cada milímetro soldado.

9. Los tubos están divididos en dos segmentos de 12 metros. Los extremos están biselados para que encajen perfectamente unos con otros. El interior se limpia con aire comprimido.

10. Algunos tramos del lecho marino han sido reforzados con gravilla para aumentar la estabilidad. Cada tubo está geolocalizado.


¿Cómo es posible que una infraestructura que ni siquiera está todavía operativa tenga tanta influencia en el bolsillo de los españoles? Te lo explicamos.

La factura de la luz depende de una parte fija (impuestos y peajes) y otra variable, que marca el precio de la energía en la subasta mayorista. Esta se celebra cada día, los 365 días del año, a las doce horas del mediodía. Se hace así porque la energía eléctrica no puede ser almacenada en cantidades tan enormes como para abastecer a todo un país. Por eso depende de la demanda y la oferta diarias, que sirve para planificar de un día para otro lo que van a producir las centrales.

EL ALGORITMO AL MANDO

El precio lo calcula un algoritmo llamado 'Euphemia' una vez que las empresas productoras informan de la cantidad de energía que pueden ofrecer para el día siguiente. Primero se subastan los megavatios de los productores que generan la energía más barata, la de las centrales nucleares. Después, las renovables. Y luego entran, si hace falta, las que utilizan combustibles fósiles, como el gas y el carbón. Pero son estas últimas las que marcan el precio final. Y el precio del gas depende del suministro de los gasoductos rusos. Todas cobrarán lo mismo que la tarifa más cara.

EL GAS DETERMINA LA FACTURA

En España, la factura al consumidor ya es de por sí cara por el IVA (21 por ciento) y los peajes (41 por ciento), que sirven para pagar el uso de las redes de transporte y los intereses de la deuda que las eléctricas tienen con bancos y fondos. Pero el 38 por ciento restante es el precio de la energía.

EL PRECIO LO MARCA HOLANDA

En nuestro país, entre el diez y veinte por ciento de la electricidad se genera con gas natural, pero su influencia en el encarecimiento de la factura ronda el 50 por ciento, según el Banco de España, porque los gastos de producir otras energías, como la hidroeléctrica y la nuclear, ya están amortizados, mientras que el gas es muy caro de transportar, pues hay que enfriarlo a -161º. Su precio lo marca el Mercado Ibérico de Gas (Mibgas), pero depende del mercado de referencia, que es el holandés. Y ha pasado en un año de 5 euros por megavatio a 57 euros. Por cada euro que sube el gas aumenta en 2 euros la factura de la luz. Cuando el precio de la electricidad  marcó 154 euros por megavatio la hora, alrededor de 104 euros correspondían al gas. El resto se debe a los derechos de emisión de CO2 y la alta demanda.

Etiquetas: Energía, Putin