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La misión Artemisa impulsa la subasta de fotos de la NASA La exploración lunar vista de cerca El primer selfie espacial y otras joyas de la Luna

La primera fotografía que tomó Neil Armstrong en la Luna en 1969, el primer 'selfie' espacial realizado en 1966 o la fotografía de la Tierra que más se ha utilizado como símbolo del movimiento ambiental... Estas son algunas de las joyas que salen a subasta, estimulada la puja por el despegue hoy de la misión Artemisa, que inicia una nueva era de exploración lunar... y con mujeres a bordo.

Por Raquel Peláez

Lunes, 29 de Agosto 2022

Tiempo de lectura: 6 min

Si el verano (y las noticias sobre la que se avecina este invierno) le han dejado con ganas de seguir gastando y lo suyo es pasión por el espacio, la NASA le brinda la oportunidad del año: pujar por alguna de las fotografías más icónicas realizadas por los astronautas durante sus primeros paseos espaciales. Bajo el título The Final Frontier: Vintage NASA Photographs, la galería de arte on-line Artnet saca a subasta obras reveladas a color, algunas de ellas con marcas de agua en el reverso de 'A Kodak Paper', lo que indica que se imprimieron antes de 1973. Los precios de partida oscilan entre los 3000 y los 18.000 euros. Y mientras esperamos que la misión Artemis de la NASA de el primer paso para llevar a la humanidad de regreso a la Luna a partir del 29 de agosto, podemos disfrutar de un repaso por aquellas primeras imágenes de los viajes al espacio que tan importantes se han convertido no solo para la ciencia, sino para la cultura pop de varias generaciones.

Las cámaras fotográficas Hasselblad fueron las responsables de documentar aquel momento histórico en el que los astronautas Aldrin y Armstrong pisaron por primera vez el suelo gris de la superficie lunar. Aquella elección fue el resultado de muchos años de cooperación entre el fabricante sueco y la NASA, y se diseñaron con una tecnología capaz de aguantar las temperaturas extremas, las vibraciones y la falta de gravedad. Sin embargo, las cámaras que participaron en aquel alunizaje y las que fueron a las siguientes misiones espaciales se quedaron allí, en la Luna. Una vez extraídas cuidadosamente las películas, los astronautas tenían la orden de deshacerse de ellas y reemplazarlas por muestras de rocas lunares. Tenían que cumplir con los requisitos de peso ligero que requería un retorno seguro. Las siguientes cinco misiones Apolo que llegarían a la Luna acabaron abandonando allí 12 cámaras Hasselblad y sus respectivos objetivos. La única cámara que tuvo la suerte de volver, la Hasselblad 500 que utilizó Jim Irwin durante la misión Apolo 15 en 1971, se subastó en 2004  y fue adquirida por el coleccionista japonés Terukazu Fujisawa por 750.000 euros.