Los científicos nunca habían visto nada igual. Un objeto gigantesco e irregular, que parecía construido por algún ser inteligente. Fue uno de los últimos descubrimiento de la misión Kepler, que entre 2009 y 2018 se dedicó a localizar planetas más allá de nuestro sistema solar. La misión terminó pero sus misterios siguen ahí para ser 'desvelados'.
Miércoles, 24 de Agosto 2022
Tiempo de lectura: 5 min
Si alguna vez encontramos vida en el universo, habrá que agradecérselo a un cabezota llamado Bill Borucki, el padre de la misión espacial Kepler.
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