Viernes, 07 de Noviembre 2025, 10:40h
Tiempo de lectura: 6 min
Hay quien, a falta de saber hacer otra cosa mejor con el tiempo, decide perderlo. Hay, también, quienes andan pendientes de tantas cosas a la vez que han olvidado que el tiempo a veces hay que detenerlo para tomar aliento y conciencia de dónde está uno y adónde va, si es que va a alguna parte. Hay, y esto no debería dejar de asombrarnos, aunque seamos nosotros mismos, quienes viven desde hace décadas en un tiempo –una hora– que no es el suyo –la suya–, porque así le convino o le plugo a un dictador cuyo medio siglo de inexistencia se conmemora con fastos de triunfo, aunque la extinción física de un hombre sea hecho inexorable y sólo achacable a su naturaleza. Y hay, en fin, quienes ya no tienen tiempo –ni ganas– para atender nuestras llamadas, aunque dicen servirnos. Cuánta paradoja junta.
-
1 'El signo de la Cruz': lascivia, ninfomanía y oscuras depravaciones
-
2 «En los servicios secretos rusos hay paranoia absoluta. Temen una revolución»
-
3 ¿De dónde vienen los multimillonarios? De papá y mamá. La fortuna ya se hereda más que se crea
-
4 Pódcast | Histeria: cuando el útero viajaba por el cuerpo y volvía 'locas' a las mujeres
-
5 Latinos en la guerra de Ucrania: cómo han acabado luchando contra Putin
-
1 'El signo de la Cruz': lascivia, ninfomanía y oscuras depravaciones
-
2 «En los servicios secretos rusos hay paranoia absoluta. Temen una revolución»
-
3 ¿De dónde vienen los multimillonarios? De papá y mamá. La fortuna ya se hereda más que se crea
-
4 Pódcast | Histeria: cuando el útero viajaba por el cuerpo y volvía 'locas' a las mujeres
-
5 Latinos en la guerra de Ucrania: cómo han acabado luchando contra Putin

