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El polígrafo de la Historia ¿Por qué fue crucial la batalla de Lepanto?

Miguel de Cervantes,  'El manco de Lepanto', participó en aquella batalla naval contra los turcos que fue un importante revulsivo para las tropas cristianas, agrupadas en una coalición internacional y comandadas por Juan de Austria.

Ofrenda real. 'Felipe II ofreciendo al cielo al infante don Fernando' (nacido poco después de la victoria en Lepanto), de Tiziano. Museo del Prado

Viernes, 06 de Agosto 2021

Tiempo de lectura: 2 min

La revuelta de los moriscos en Granada y la caída de Chipre en manos de los turcos decidieron a Felipe II a crear una coalición cristiana para derrotar al Imperio otomano. Se bautizó con el nombre de la Liga Santa y a ella se adhirieron las fuerzas de la República de Venecia, de la Orden de Malta, de los Estados Pontificios, del Ducado de Saboya y de la República de Génova.

El 7 de octubre de 1571, hace 450 años, la flota de la Liga Santa se enfrentó a la otomana frente a la costa de la ciudad griega de Naupacto ('Lepanto' en italiano). Los cristianos, liderados por Juan de Austria, ganaron la batalla, en la que participó Miguel de Cervantes, que fue herido y perdió la movilidad de la mano izquierda.

Se hundieron diez galeras cristianas y murieron unos 8000 de sus hombres. Pero el quebranto fue mayor para los otomanos, que perdieron 170 galeras y 30.000 hombres. El historiador Hugh Bicheno cree que fue decisiva la habilidad de los tercios para usar sus picas al abordar las galeras turcas.

Murieron 30.000 otomanos. La habilidad de los tercios para abordar las galeras turcas fue decisiva

El marino español Álvaro de Bazán también tuvo un papel crucial en la victoria final de los cristianos. Tenía la misión de controlar la retaguardia para socorrer las zonas más débiles de la armada cristiana. Su resolución y su brillantez en el mando decidieron la batalla.

Algunos historiadores contemporáneos aseguran que las consecuencias de aquel choque naval no fueron tan decisivas, dado que los turcos reconstruyeron rápidamente su flota. Además, el Imperio otomano no perdió Chipre y lo mantuvo bajo su poder durante tres siglos más.

Otros señalan que sin la intervención de la Liga Santa los turcos podrían haberse asentado en el Mediterráneo occidental, razón por la cual la batalla sí tuvo consecuencias importantes. Esa es la tesis que defienden Carlos Canales y Miguel del Rey en su libro Gloria imperial. La jornada de Lepanto (Edaf).

Una inyección de moral

«Aunque durante mucho tiempo se ha tratado de quitarle importancia por razones políticas e intereses nacionales, nadie puede negar que la batalla de Lepanto tuvo una desmesurada importancia en su tiempo –asegura Canales– y no solo por los efectos materiales de la victoria y la destrucción de la flota turca, sino por los efectos indirectos que tuvo en la moral de la cristiandad, que desde ese momento supo que vencer a los otomanos era posible».

La batalla de Lepanto tuvo lugar el 7 de octubre de 1571. Poco después, el 4 de diciembre, nació el infante Don Fernando, el anhelado heredero para Felipe II que ya había perdido a otro hijo varón, Carlos. En aquellos días Felipe II creía gozar del favor de Dios.

La victoria de Lepanto fue importante para Europa. Una prueba de ello es que los turcos ya no volvieron a atacar al oeste de Sicilia.

Etiquetas: Historia de España
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