Un linaje maldito
Un linaje maldito
Domingo, 28 de Septiembre 2014
Tiempo de lectura: 6 min
En el cementerio de Long Island, una lápida protege un oscuro secreto. Es la tumba de Brigid Elizabeth y William Patrick, madre e hijo. Sobre el mármol figura grabado el apellido Stuart Houston. Es falso. En su lugar se debería leer: Hitler. Brigid fue cuñada del Führer; William Patrick, su sobrino. Madre e hijo dejaron Europa en dirección a Nueva York cinco meses antes de que su famoso pariente ordenara invadir Polonia, desencadenando la mayor matanza que haya conocido la humanidad. El fantasma del tío Adolf, sin embargo, los persiguió hasta la muerte. Hoy, los descendientes de William Patrick todavía sienten su aliento. El precio de tener en la familia al mayor criminal de la Historia ha sido demasiado alto.