Lunes, 01 de Noviembre 2021, 01:09h
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Esta cría de pingüino nació hace un año; su madre lo abandonó. Solo se podía hacer cargo de una cría. «Hemos salvado a más de 600 -cuenta Shimune Smit, del centro de rescate Mossel Bay-. Los criamos y los devolvemos a la naturaleza, a un mundo hostil». Los pingüinos recorren miles de kilómetros para llegar a zonas donde esperan encontrar bancos de peces. Ahora, después del largo viaje, no encuentran comida disponible.

Falta comida
Los científicos llaman ‘trampa ecológica’ al drama que están viviendo estos animales. Los pingüinos siguen viajando a las zonas donde el plancton es abundante, pero una vez allí ya no hay pescado. El resultado es una baja tasa de reproducción e incluso la muerte.

Uno a uno
En los últimos 20 años, en Sudáfrica se ha alimentado manualmente a unos 7000 pingüinos. En la imagen, un miembro de la organización Sanccob da de comer a una cría, ayudada de una lámpara de calor.

Ensayo general
Antes de ser liberados, los pingüinos ‘ensayan’ en criaderos artificiales, alternativa a las cuevas de guano que los protegen de los depredadores y el calor. En Sudáfrica y Namibia hay dos tercios menos de pingüinos que hace 30 años.

Hora de comer
Estos pingüinos miden entre 45 y 70 centímetros de altura y llegan a pesar unos cinco kilos. Cada día ingieren medio kilo de pescado, cantidad que aumenta cuando están criando. Son monógamos y su esperanza de vida es de unos 20 años.

Personalidad propia
También se hace un seguimiento de los pingüinos heridos. Los veterinarios cuentan que tienen muy diferentes personalidades. Los hay sociables, individualistas, conflictivos… Las manchas en el pecho son únicas, como las huellas dactilares humanas.
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