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Desayuno de domingo Juan Eslava Galán: «El islam considera Al-Ándalus zona por reconquistar y hacemos lo posible por que nos la roben»

Arjona, 1948. Tengo el corazón dividido entre escribir novelas o ensayos históricos nada doctorales, pero sí divertidos y rigurosos. Publico: 'La Reconquista contada para escépticos' (Ed. Planeta).

Viernes, 18 de Noviembre 2022

Tiempo de lectura: 2 min

XLSemanal. Va a lograr que nos guste la etapa que más nos costó memorizar.

Juan Eslava Galán. En el bachillerato se hacía un poco tediosa por cómo nos la contaron. Solo mencionar con un parrafito cada rey de los ocho siglos de la Reconquista ocuparía un libro.

XL. ¿Somos unos ingenuos que se creen todo lo que nos cuentan?

J.E.G. Vivimos en una sociedad crédula, bombardeada por mil informaciones, sin tiempo para dilucidar qué puede haber de verdad y de mentira. Yo me dirijo a quienes tienen la buena costumbre de poner en duda las cosas heredadas porque sí. Hay que someter siempre la historia a examen, descartar cuanto haya de leyenda y manipulación.

XL. ¡Se la va a ganar! Echa por tierra la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago.

J.E.G. [Ríe]. Las tradiciones son respetables; yo admiro y respeto a la Virgen, pero la Historia es otra cosa: es el rigor de lo que de verdad pasó.

XL. ¿Tampoco está claro que la tumba del apóstol esté en Compostela?

J.E.G. Tampoco. Pero esa tumba, falsa o no, fue la que determinó el Camino de Santiago: una vía de penetración cultural de la Europa cristiana a través de las órdenes del Císter y de Cluny. Yo respeto y asumo esa tradición, aunque no comparta su historia.

XL. ¿Y la Santina nada tuvo que ver en la batalla de don Pelayo contra los moros?

J.E.G. Nada, entre otras cosas porque no solo fue una escaramuza menor, sino que tampoco fue en Covadonga, sino en el monte Auseva. A la historia hay que quitarle esa hojarasca adherida.

XL. Ni el Cid se salva: el de Vivar batallaba por dinero junto con los musulmanes.

J.E.G. Así fue. Cuando él se separa de su rey, debe ganarse la vida con lo único que sabe hacer: combatir. Y se pone a sueldo de los reyes musulmanes de Zaragoza, que tienen la pasta. Pero, al final de su vida, el Cid va por su cuenta y hace la hazaña de conquistar Valencia.

XL. Y Almanzor, claro, no perdió el tambor en la batalla de Calatañazor.

J.E.G. Almanzor, me temo, nunca perdió una batalla, y es lo que más nos duele. Por eso, nos inventamos que murió en esa y que perdió el tambor, ¡jajaja!

XL. Los musulmanes conquistaron España en dos años y nos costó ocho siglos recuperarla. ¿Ese dominio justifica el afán musulmán de recuperar Al-Ándalus?

J.E.G. No, este país nos pertenece, porque fuimos los herederos de los godos; y los musulmanes, los invasores. A medio plazo, esa reivindicación dará problemas: el islam nos considera zona prioritaria por reconquistar y nosotros hacemos lo posible por que nos la roben.

«Leche manchada de café; el zumo de dos naranjas y un limón; y una tostada con aceite de Jaén, porque soy olivarero e hijo de olivareros».