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La historia de superación del campeón de lucha libre que inspiró el personaje de Shrek

El verdadero ‘ogro del ring’

La historia de superación del campeón de lucha libre que inspiró el personaje de Shrek

Maurice Tillet fotografiado con la modelo Dorian Leigh por Irving Penn en 1945.

Mundialmente conocido como ‘el ángel francés’, Maurice Tillet sufrió el desprecio popular por su apariencia física, antes de convertirse en una estrella del wrestling durante los años 40. Quería ser actor, pero una extraña enfermedad deformó su rostro y su cuerpo. Aunque los creadores de Shrek ni confirman ni desmienten que Tillet fuera su inspiración, el parecido no admite dudas.

Jueves, 16 de Enero 2025, 11:37h

Tiempo de lectura: 6 min

Un ogro es como una cebolla. Ambos tenemos capas», decía Sherk en la película de animación que DreamWorks estrenó en 2001 y que el año que viene volverá a los cines en su quinta entrega para celebrar los 25 años de la franquicia. Capas concebidas como corazas que podían servirle para proteger su inteligencia y su sensibilidad frente a los ataques y el rechazo externo por su intimidante apariencia.

Algo así debió de pensar también el luchador Maurice Tillet (Montes Urales, Rusia, 1903) cuando decidió crearse una nueva identidad para asustar a sus contrincantes en el ring, tras comprobar el impacto que tenía sobre ellos la deformación física que le provocaba su extraña enfermedad.

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Parecido (más que) razonable. Aunque los directivos de Dreamworks nunca han reconocido oficialmente que Tillet fue la inspiración para diseñar a Shrek, las similitudes físicas y las coincidencias en la historia de ambos son muy evidentes.

Conocida como 'acromegalia', un trastorno hormonal que desencadena el crecimiento descontrolado de las extremidades y los huesos de la cara durante la edad adulta (si se produce durante la infancia se llama 'gigantismo'), aquella enfermedad hizo que su rostro y su cuerpo quedaran desfigurados cuando apenas tenía 20 años. Fue entonces cuando Maurice, que había sido un niño admirado por su belleza, al que su madre llamaba ‘ángel’ y que pretendía ser actor, vio truncados sus sueños por su nuevo aspecto físico. O eso parecía en aquel tiempo porque, como ocurre con Sherk, también Maurice emprendió un viaje para recuperar su vida.

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La transformación. Cuando era pequeño, Tillet no mostró ningún signo de gigantismo. Su familia lo llamaba 'el ángel' por sus rasgos finos y su pelo rubio. Cuando tenía 20 años, sus extremidades y su rostro comenzaron a crecer de una manera desproporcionada. Rápidamente le diagnosticaron acromegalia.

La increíble historia de Maurice Tillet comenzó cuando, tras morir su padre y escapar de Rusia por el estallido de la Revolución en 1917, él y su madre se trasladaron a vivir a Francia. Allí aprendió varios idiomas y obtuvo un título en Derecho en la Universidad de Toulouse, pero el cambio físico que empezó a sufrir a raíz de su enfermedad hizo que dejara el mundo académico, que olvidara su sueño de convertirse en actor y decidiera meterse en la armada francesa.

En febrero de 1937, durante un viaje a Singapur, Tillet conoció al luchador lituano Karl Pojello, quien vio el enorme potencial del ruso y lo convenció para probar suerte en la lucha libre. Bajo su tutela, Tillet comenzó un riguroso entrenamiento que lo llevaría a entrar en el mundo del wrestling, primero en Francia y luego en el Reino Unido.

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El abrazo del oso. Tillet siempre fue descrito por quienes lo conocían como un hombre amable, sensible y muy inteligente. En el ring, sin embargo, se convertía en un luchador temido por sus contrincantes, experto en un movimiento final de ataque que se llamaba 'el abrazo del oso'.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 hizo que Tillet emigrara a Estados Unidos y allí consiguió que lo representara Paul Browser, una figura legendaria en el mundo del espectáculo que lo convirtió en una estrella de la lucha libre bajo el nombre de 'el ángel francés'. De esta forma, Tillet consiguió convertirse en el campeón mundial de peso pesado entre 1940 y 1942 y puso de moda un saludo inicial en el que rugía al público y un movimiento final para ganar sus combates conocido como ‘el abrazo del oso’.

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Superación. Maurice Tillet murió por un ataque cardíaco a los 51 años. Su aspecto físico le había cerrado muchas puertas en la abogacía, el cine y en otros trabajos, pero, gracias a él, consiguió triunfar en el mundo de la lucha libre.

En 1945 su salud comenzó a deteriorarse. Y, aunque Maurice mantuvo su lugar en el cuadrilátero casi una década más, el 14 de febrero de 1953 perdió frente al luchador inglés Bert Assirati y tuvo que abandonar. Un año después, Tillet murió de un ataque cardíaco tras conocer el fallecimiento de su amigo Karl Pojello. Tenía 51 años y ambos fueron enterrados juntos en el cementerio nacional de Lituania de Justice, en Illinois, al sur de Chicago.

Y aunque los directivos de DreamWorks jamás han reconocido que Tillet fuera inspiración para la creación de Shrek, el impactante parecido físico es indudable. Eso por no hablar de una historia compartida de antihéroes entrañables convertidos en personajes admirados por el público a pesar de su aspecto físico. Ah, y lo más importante: capaces de triunfar e incluso parodiar un mundo superficial en el que solo se admiten príncipes azules y finales felices.

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