Estas vacaciones: ¿vamos a estar en un área cardiosegura?

Al elegir el destino de vacaciones y el lugar en el que nos alojaremos esos días, ¿cómo saber que estamos en un área cardiosegura? Hay distintos aspectos a considerar.

Siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de trabajo, las Comunidades Autónomas han aprobado normativas que regulan el uso de desfibriladores en espacios e instalaciones, dependiendo de sus características, para garantizar que en caso de parada cardiaca se dispone de un medio seguro para salvar la vida de la víctima.

Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, y es similar en otras comunidades, es obligatorio que haya un desfibrilador a partir de determinado aforo. Es el caso de: grandes centros comerciales, aeropuertos, y espacios deportivos cuyo número de usuarios sea superior a 500 personas diarias; hoteles con más de 100 plazas, empresas con más de 100 trabajadores; espacios públicos con aforo de 2.000 personas; centros de trabajo con más de 250 trabajadores; residencias de mayores con más de 200 plazas, estaciones de autobús con afluencia media de 5.000 personas y por supuesto en estaciones de autobús y tren de poblaciones con más de 50.000 habitantes.

El Programa de Áreas Cardioseguras evita muertes

Para afrontar esta gran responsabilidad, las empresas e instituciones acuden a empresas certificadas en la instalación de desfibriladores, sistemas que estarán preferentemente conectados con los sistemas de emergencia sanitarios. De esta forma aseguran que pueden atender a una persona que sufre una parada cardiorrespiratoria con urgencia.

Pero se puede ir más allá de tener un aparato desfibrilador. Como respuesta a este riesgo y para promover la cultura de la cardioprotección la Fundación Española del Corazón “cuenta con el Programa de Áreas Cardioseguras (PACS), -explica Andrés Iñiguez- que reconoce el cumplimiento de las áreas o espacios físicos que cuentan con los elementos materiales y el personal necesario para atender una parada cardiaca de manera satisfactoria”.

Cada minuto disminuye las posibilidades de supervivencia

La clave es asegurar áreas cardioseguras, porque estamos hablando de evitar que el evento sea mortal. “En España se calcula que cada año se producen 30.000 casos de parada cardiorrespiratoria y se estima que la posibilidad de sobrevivir sin secuelas cuando se produce de forma extrahospitalaria se sitúa entre el 5 y el 11%, un porcentaje muy bajo”, explica el doctor Andrés Iñiguez, presidente de la Fundación Española del Corazón.

“Ante un infarto, actuar con rapidez es esencial. Saber realizar correctamente las técnicas de reanimación cardiopulmonar y poder acceder a un desfibrilador hará que las posibilidades de supervivencia se multipliquen”, añade el experto.La reanimación debe empezarse de forma precoz porque por cada minuto que pasa las posibilidades de sobrevivir disminuyen un diez por ciento. Esto significa que al cabo de 10 minutos esta probabilidad es mínima.

El reconocimiento de un área como cardiosegura lleva unido la concesión del sello de Area Cardiosegura, que respalda que se han seguido pautas específicas para asegurar la respuesta a este riesgo. Para obtener el sello de reconocimiento de la Fundación Española del Corazón, la entidad deberá superar las revisiones establecidas por los expertos.

El sello FEC de Área Cardiosegura tiene un impacto en salud

Mejora la respuesta en seguridad de la empresa

La App ARIADNA, en caso de parada cardiaca

Además de considerar el sello de Área Cardiosegura al elegir tu alojamiento en vacaciones, hay iniciativas de la Fundación Española del Corazón y la Sociedad Española de Cardiología en colaboración con la Cruz Roja Española que pueden salvar tu vida en cualquier lugar de España.

Juntas han creado e impulsado la aplicación Ariadna (disponible para iOS y Android), que tiene el objetivo de mejorar la tasa de supervivencia en caso de sufrir un paro cardiaco fuera del hospital.

En estos casos, mediante el uso de esta aplicación, se puede acceder a un mapa que permite a sus usuarios localizar y validar desfibriladores ubicados en el territorio nacional. A su vez, mantiene identificada una red de voluntarios con formación en realizar una rehabilitación cardiopulmonar o RCP, que se encuentran geolocalizados y que podrán ser alertados por los servicios de emergencias en el caso de que se produzca una parada cardiaca cercana.