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Las nuevas tecnologías amenazan nuestra vista

Las pantallas nos están alargando los globos oculares

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La exposición a los móviles está cambiando la forma de nuestros ojos. Ya se han disparado los casos de miopía y, a largo plazo, aumentarán los de glaucoma, cataratas...

Por Carlos M. Sánchez

Domingo, 02 de Enero 2022

Tiempo de lectura: 3 min

Nos pasamos la vida mirando pantallas. Nueve horas al día, calculó en 2018 la consultora Nielsen. Y nuestros ojos están pagando las consecuencias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya detectó ese año un aumento de los casos de miopía en su primer informe mundial sobre la visión, y lo achacaba «al incremento del tiempo que se pasa en espacios interiores y de las actividades que implican una visión de cerca». Pero la situación puede haber empeorado drásticamente desde la crisis del coronavirus.

La Academia Americana de Médicos Oftalmólogos y su homóloga de Optometristas (los profesionales que gradúan la visión) han lanzado una alerta conjunta: hay una epidemia 'silenciosa' de miopía, que ya afecta a la mitad de los niños y jóvenes, el doble que hace 50 años, y al 40 por ciento de la población.  Según estas asociaciones, esto se debe a que el ojo está sometido a una tensión constante enfocando objetos cercanos, como teléfonos, tabletas... que miramos durante horas y desde muy cerca, a solo 20 o 30 centímetros de nuestra cara.

Hay una epidemia 'silenciosa' de miopía, que ya afecta a la mitad de los niños y jóvenes, el doble que hace 50 años

El globo ocular se estira para compensar, pues no es su rango de distancia habitual, y ese alargamiento provoca la miopía, que hace que los objetos lejanos aparezcan borrosos. En el caso de los adultos, esto podría acelerar problemas de visión subyacentes. Cuando la retina (el revestimiento del globo ocular) pasa tanto tiempo estirada, aumenta el riesgo de que se agriete al cabo de unos años. Estas microrroturas pueden producir desprendimientos. Además, como los ojos parpadean mucho menos al esforzarse por mantener el foco, se producen derrames, escozor y sequedad.

Los niños lo tienen aún peor porque sus ojos se están desarrollando. Al igual que ocurre con el resto del cuerpo, el ojo dejaba de crecer al final de la adolescencia. Pero ahora sigue haciéndolo, sometido a ese sobreesfuerzo sistemático. «Podemos medir el alargamiento milimétrico a lo largo del eje del globo ocular, que pasa de tener la forma de una pelota a parecer una aceituna», explica el optometrista Eric Chow.

'El esfuerzo hace que el ojo pase de tener la forma de una pelota a parecer una aceituna', explica un optometrista

El problema es mundial. En primavera, investigadores chinos examinaron a más de 120.000 escolares de entre 6 y 8 años y comprobaron que se habían triplicado los problemas de visión con la pandemia. Las autoridades lo achacaron a las dos horas y media de aprendizaje electrónico y decidieron limitarlo, pero no tuvieron en cuenta otro factor: los confinamientos.

Si estás encerrado en casa, no puedes enfocar de lejos. Algunos expertos, por otro lado, opinan que se está creando una alarma innecesaria. Argumentan que la miopía tiene una base genética muy importante y si ahora se detectan más casos es porque hay más revisiones oftalmológicas. Y señalan que muchos estudios están financiados por la propia industria. En Estados Unidos se han disparado las ventas de lentillas diseñadas específicamente para la miopía en niños. Una solución mucho más práctica sería limitar el tiempo que pasamos mirando pantallas: el modelo 20-20-20. Cada 20 minutos, mirar a una distancia de 20 metros durante 20 segundos. O, más fácil, salir a la calle y dar un paseo.

LUZ NATURAL, LAS MEJORES 'GAFAS'

Los rayos de luz convergen en la retina; pero, si somos miopes, lo hacen un poco por delante. Esto sucede porque la parte posterior del ojo se ha vuelto más grande y apepinada, ya sea por genética o por pasar poco tiempo al aire libre. Sin embargo, la mayoría de los niños nace con una ligera hipermetropía, pues sus globos oculares son como balones un poco desinflados, pero, conforme crecen, también lo hacen los ojos. Para evitar un crecimiento desmesurado, no hay mejores 'gafas' que la luz del sol, pues estimula la liberación de dopamina, una hormona que frena el alargamiento del ojo, algo que no hacen las lámparas de casa.

NUEVAS TERAPIAS PARA CORREGIR LA MIOPÍA

Además del láser, hay varias terapias que están dando buenos resultados para frenar o eliminar la miopía: lentes de contacto multifocales, gotas de atropina, lentillas nocturnas que moldean la forma de la córnea durante el sueño... Aun así, la OMS calcula que la mitad de la población mundial podría ser miope en 2050 y advierte de que también están aumentando los casos de retinopatía diabética. En la actualidad hay 2200 millones de personas con alguna deficiencia visual; muchas, sin diagnosticar.

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