Lo que sufres no es depresión, no es ansiedad... es languidez. Y es peligrosa

Ni tristeza aguda ni agotamiento. El desgaste emocional que nos deja la larga crisis provocada por el coronavirus a estas alturas del año está más cerca de la anestesia colectiva. «Las circunstancias estresantes a las que nos ha sometido la pandemia han llevado a muchas personas a un estado de apatía, les cuesta concentrarse e incluso hay quien ha decidido aislarse un poco socialmente -asegura el psiquiatra Ignacio Vera-. El miedo al contagio o a la muerte, las restricciones y la situación socioeconómica han provocado una pérdida del impulso vital de la que tardaremos en recuperarnos».