¿Paracetamol de 650 miligramos o de un gramo? «Si alguien nota que no le funciona, debería cambiar de medicamento, pero no aumentar la dosis»

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

El paracetamol es uno de los medicamentos más vendidos en las farmacias.
El paracetamol es uno de los medicamentos más vendidos en las farmacias. iStock

Este medicamento es un analgésico y antipirético, pero no sirve para reducir los procesos inflamatorios

15 oct 2022 . Actualizado a las 12:05 h.

Se entiende por dolor la sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por una causa interior o exterior. Es una experiencia universal que, con mayor o menor intensidad, toda persona sufre. En este capítulo, el paracetamol se erige como una de las grandes soluciones. Un analgésico, de venta libre que dependiendo de la dosis elegida puede obtenerse en la farmacia con tanta libertad como uno desee. Tiene acción antitérmica (o lo que es lo mismo, ayuda a bajar la fiebre) y además reduce el dolor. Sin embargo, no es antiinflamatorio como sí ocurre con su primo hermano, el ibuprofeno

El paracetamol se sitúa entre los más vendidos. En concreto, según recogimos en este reportaje, es el segundo más administrado en las boticas. La dosis máxima es de 1 gramo, aunque dependiendo del formato puede estar sujeto a receta médica. Por ejemplo, el cliente solo podría obtener la caja de 40 comprimidos bajo la prescripción de su doctor. En cambio, algunas marcas, como el gelocatil, sí se pueden vender sin supervisión médica aunque solo con 10 pastillas por caja. Eso sí, el efecto del medicamento no cambia. Así explican esta diferencia Coral Lomba y Natividad Rivas, responsables del Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de Ourense: «La Agencia Española del Medicamento, en el año 2017, obligó a los laboratorios a que los formatos de un gramo de venta libre no superaran nunca las diez unidades. Con esto evitarían problemas de posible intoxicación hepática por sobreconsumo. Desde que en el 2019 entró en vigor el Sistema Español de Verificación del Medicamento (Sevem), Europa puso en marcha una vigilancia más estrecha en estos medicamentos y su forma de dispensación», explican las expertas.

De hecho, señalan que la vigilancia también se impone ante dosis menores, «y es por ello que existen marcas comerciales con y sin receta médica», destacan. Si el uso deseado de este medicamento es «puntual y esporádico», siempre podrán adquirir especialidades publicitarias, «que no requieren control de facultativo», responden las expertas. Estas especialidades publicitarias son fármacos que están destinados a la curación de dolencias leves, y que en España solo pueden dispensarse en farmacias, pero en otros países de Europea también están presentes en parafarmacias, supermercados o droguerías. 

El paracetamol está presente en casi todos los hogares españoles. De hecho, con un nombre o con otro forma parte de cualquier botiquín: Termalgin, Apiretal, Gelocatil o Efferalgan. Todos ellos utilizan como base el mismo principio activo. 

Las contraindicaciones sobre este medicamento no son demasiadas. Es apto para embarazadas (aunque su consumo debería ser recomendado por un médico), y la máxima recomendación es la de no sobrepasar los 4 gramos diarios en adultos. Para molestias leves, como un dolor de cabeza o unas décimas de fiebre, la toma se reduce a los 650 miligramos por comprimido (o sobre, o efervescente): «Es un medicamento muy seguro y eficaz siempre y cuando se respeten las dosis. A veces, la gente está sobredosificada. La Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos aconseja que la dosis máxima sea la de 650 miligramos por toma en adultos», explica Isabel Jurjo, presidenta de Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) en Galicia. Esto es la dosis mínima eficaz, «pues con cantidades más bajas, minimizamos los efectos secundarios que pueda ocasionar», detallan Lomba y Rivas. Así las cosas, escoger una dosis u otra dependerá «de la intensidad del dolor que presente la persona». En este punto es importante ser totalmente honesto con el profesional (y ya de paso, con uno mismo): «Reservaremos las de 1 gramo para dolencias moderadas, y la de 650 para menores», señalan. Es por ello que las cajas con dosis altas o un elevado número de comprimidos «solo están dirigidas a enfermos crónicos que se encuentran bajo control médico», precisan. 

Todo medicamento tiene una dosis mínima a la que empieza a hacer efecto, y una máxima a la que deja de ser efectivo. Así lo explica la presidenta de la Sefac: «Es como una campaña de Gauss. Hay una dosis a la que hace efecto, pero después cae, y aunque te tomes más de lo recomendado no tendrá mayor beneficio». En otras palabras: que si una pastilla de 500 miligramos es suficiente para el organismo, una de un gramo no servirá de nada, solo aumentará el riesgo. ¿Y si alguien percibe que el paracetamol no funciona? «Tal vez precise cambiar de medicamento, pero no aumentar la dosis», responde la farmacéutica. 

De no cumplir con lo anterior, los efectos adversos pueden picar en la puerta. Aumenta el riesgo de afectar al hígado, puede alterar la función plaquetaria, producir reacciones cutáneas o shock anafiláctico, aunque esto último solo en raras ocasiones. De igual forma, pasar los límites también puede generar diarrea, sudoración, falta de apetito, náuseas, vómitos o dolor e inflamación en el abdomen. Además, el riesgo de sobredosis es mayor en ancianos y niños. 

La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) señala que para tomar este fármaco de manera segura se deben seguir una serie de recomendaciones: 

  • Hay que consultar con un especialista antes de tomar paracetamol en caso de tener una enfermedad de corazón, renal, hepática y anemia. 
  • Las personas que toman alcohol con regularidad o están diagnosticadas como alcohólicas no deben ingerir más de 2 gramos de paracetamol al día. 
  • Si el dolor persiste durante más de cinco días, la fiebre más de tres o los síntomas empeoran, es recomendable interrumpir el tratamiento y consultar con un médico. 
  • «En niños y adolescentes menores de 15 años consulte a su médico o farmacéutico ya que existen otras presentaciones con dosis que se adaptan a este grupo de pacientes», precisa la AEMPS.
  • Finalmente, la Aemps señala que no se debe tomar más de cuatro compromisos de un gramo de paracetamol en 24 horas. 

¿Para qué sirve el paracetamol?

«El paracetamol es un medicamento analgésico y antipirético. Es decir, está indicado para el dolor y la fiebre. Por ejemplo en el dolor de cabeza, de huesos o malestar general. A diferencia del ibuprofeno, este no es antiinflamatorio», precisan Coral Lomba y Natividad Rivas. Aunque se considera un «medicamento seguro», conviene prestar atención a la dosis máxima diaria, su consumo con alcohol y su uso en el embarazo.

Así las cosas, se puede ingerir para el tratamiento de patologías que causen fiebre o dolor de leve a moderada intensidad tanto en adultos como en niños. De hecho, en este último grupo de población se sitúa como el antipirético y analgésico por excelencia.

Una vez en la farmacia, existen multitud de dosis y formatos para su consumo. De 325, de 500, de 650 miligramos y hasta de 1 gramo. Eso sí, la mejor opción siempre será utilizar la dosis mínima para obtener el beneficio deseado. «La posología habitual en adultos, vía oral, varía entre 500 mg y 1 gramo cada 6 u 8 horas en función de la intensidad de los síntomas. En niños, se utiliza paracetamol en supositorios, en solución oral o comprimidos efervescentes y la dosis se calculará en función de su peso o edad», señalan las expertas del Colegio de Farmacéuticos de Ourense. Es por ello, que el riesgo puede producirse al contradecir las recomendaciones: exceder de 4 gramos al día en adultos, o bien no ajustar la toma al peso en niños. 

¿Cómo se diferencia el paracetamol del ibuprofeno?

La característica más definitoria del ibuprofeno es que pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroides y por ello tiene capacidad antiinflamatoria. Es decir, más allá de luchar contra el dolor y la fiebre, también alivia la inflamación. «El paracetamol, por su parte, bloquea la generación del impulso doloroso a nivel periférico y produce una vasodilatación que facilita la pérdida de calor actuando como regulador de la temperatura», explican Lomba y Rivas. Eso sí, no surte efecto sobre la inflamación. A mayores, no se considera un fármaco gastrolesivo, es decir, no causa perjuicio en el estómago. 

Por las escasas interacciones que suele presentar, así como su buen perfil de tolerancia en el paciente, es posible combinarlo con otros principios activos dentro de la misma fórmula farmacéutica. Por ejemplo, al mezclarlo con tramadol se potencia su efecto analgésivo y se combaten dolores con mayor intensidad. Aunque, este uso siempre debe ser recomendado por un médico. 

¿Se puede alternar paracetamol con ibuprofeno?

, «especialmente en determinadas patologías o si el dolor no remite», precisa Isabel Jurjo. Esto hará que con una dosis menor de cada medicamento, «se potencie el beneficio». De hecho, en la actualidad existe un medicamento que los combina. Otra de las parejas conocidas en este apartado es la sinergia entre el paracetamol y el tramadol. Menos dosis y mejor efecto. 

Pese a la creencia popular, los analgésicos de este tipo no causan tolerancia. Es decir, no nos acostumbramos a su efecto, ni nos volvemos dependientes de su consumo. «Se trata de un fármaco que está muy bien tolerado y que tiene pocas interacciones», detalla Jurjo, que añade: «Esto suele ocurrir con medicamentos que el cuerpo necesita, como los psicotrópicos. El paracetamol no es el caso», concluye la experta. 

Lucía Cancela
Lucía Cancela
Lucía Cancela

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.