Meningitis vírica, el cuadro por el que estuvo ingresada Aitana Bonmatí: «Podrías encontrarte mal durante tres o cuatro días»
ENFERMEDADES

La futbolista catalana recibió el alta y se encuentra en recuperación tras haber estado hospitalizada por una infección de las membranas que recubren el cerebro
30 jun 2025 . Actualizado a las 10:41 h.Aitana Bonmatí ha recibido el alta tras su ingreso en Madrid. La centrocampista había empezado con un proceso febril que le impidió entrenar el jueves y participar en el partido amistoso de la selección frente a Japón el viernes. La futbolista de 27 años comunicó finalmente a través de sus redes sociales sociales que se encontraba en el hospital, con una foto en la cama con una vía en el brazo y viendo jugar a sus compañeras en televisión, una imagen que la centrocampista publicó para sus casi dos millones de seguidores en Instagram. Si bien la selección española llega este domingo a Suiza, Bonmatí todavía no acompaña al resto del equipo, pero se espera que su recuperación le permita unirse a ellas «en los próximos días», según detalla un comunicado de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El diagnóstico de la doble balón de oro: meningitis vírica. Así lo confirmó la seleccionadora Montse Tomé tras el partido. Y aunque su cuadro evoluciona favorablemente, Bonmatí continúa bajo tratamiento. Se trata de una enfermedad que en muchos casos puede conllevar complicaciones graves. De hecho, según los expertos, esta enfermedad puede convertirse en una emergencia médica si no se diagnostica a tiempo.
¿Qué es la meningitis?
La meningitis es una inflamación de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Esta inflamación se debe, en la mayoría de los casos, a una infección. Dependiendo del agente causal, la enfermedad puede ser vírica, bacteriana, parasitaria, fúngica o incluso tener un origen no infeccioso, como en el caso de pacientes con enfermedades autoinmunes, o cuando la inflamación del tejido se debe a efectos secundarios de ciertos medicamentos.
«Lo normal es que sean causadas por microbios: bacterias o virus. Las más frecuentes a nivel mundial son las meningitis víricas, que no suelen ser las más graves. A las que más les tenemos miedo, las meningitis graves que ponen en peligro la vida de los niños, suelen ser las meningitis bacterianas», explica en este artículo Marta Guillán, neuróloga y secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología (SEN). La clave está en el diagnóstico precoz y en descartar una forma bacteriana, que puede poner en riesgo la vida del paciente en cuestión de horas, incluso en países como España, donde la vacunación frente al meningococo ha conseguido disminuir significativamente el número de casos.
¿Cómo se transmite la meningitis vírica?
Los virus que pueden causar la meningitis se transmiten, en su mayoría, por vía respiratoria o fecal-oral, a través de pequeñas gotas de saliva, secreciones nasales o por el contacto del paciente con superficies contaminadas. Entre los agentes más comunes están los enterovirus, el virus del herpes simple, el virus del sarampión y el virus de las paperas.
«Los virus están en todas partes. Son mucho más frecuentes que las bacterias, por eso las meningitis víricas son las más habituales. A veces, tras un catarro o una infección viral aparentemente inofensiva, el agente infeccioso puede llegar hasta el sistema nervioso central y provocar la inflamación de las meninges», puntualiza Guillán.
Esto explicaría el cuadro que presentó Aitana Bonmatí: dos días con fiebre alta sin causa clara y progresivo empeoramiento de su estado general. Según ha informado, fue ingresada para su monitorización y se le realizaron las pruebas necesarias hasta llegar al diagnóstico. La propia futbolista ha emitido un comunicado en sus redes sociales, dando gracias por los mensajes y el apoyo recibido estos útlimos días. «Afortunadamente todo va bien, espero volver pronto», ha publicado la centrocampista en su perfil en la red social X, junto a una fotografía desde la cama del hospital.
Sintomatología
Los síntomas de una meningitis vírica pueden variar según la edad y las características del paciente, si bien existen algunos signos que deben hacernos sospechar la posibilidad de que se haya desarrollado la enfermedad. Algunos de los más frecuentes son:
En adultos y adolescentes:
- Fiebre alta
- Dolor de cabeza intenso
- Rigidez de cuello (dificultad o dolor al moverlo)
- Náuseas y vómitos
- Somnolencia o dificultad para mantenerse despierto
- Fotofobia (sensibilidad a la luz)
- Irritabilidad
- Letargo o confusión
En bebés:
- Llanto constante
- Irritabilidad
- Somnolencia excesiva
- Rechazo al alimento
- Fontanelas abultadas (la mollera del bebé)
- Convulsiones
Los síntomas pueden ser inespecíficos al principio, como una gripe fuerte, lo que dificulta el diagnóstico precoz. Por eso, cuando se presenta una fiebre súbita acompañada de cefalea intensa o rigidez de cuello, es imprescindible acudir rápidamente a un centro médico.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de meningitis se realiza a partir de una exploración de los síntomas, un análisis clínico del estado del individuo y, de ser necesario, pruebas específicas. La más importante es la punción lumbar, un procedimiento mediante el cual se extrae líquido cefalorraquídeo de la columna para analizar su aspecto, presión, células presentes y detectar si hay algún agente infeccioso. «Se extrae ese líquido a nivel lumbar y se estudia. Con esto se puede detectar el germen responsable de la meningitis», explica Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN.
A diferencia de la bacteriana, la meningitis vírica no requiere antibióticos, ya que estos no son efectivos contra virus. El tratamiento consiste en medidas de soporte y tratamiento sintomático, como la hidratación intravenosa, analgésicos para el dolor y antipiréticos para la fiebre. En algunos casos, como cuando el virus responsable es el herpes, se puede administrar un antiviral.
La mayoría de los pacientes con meningitis vírica se recuperan completamente en una semana a diez días. «Las meningitis víricas pueden pasar desapercibidas. Puede ser un dolor de cabeza fuerte, una fiebre alta, podrías encontrarte mal durante tres o cuatro días. Puede que ni siquiera vayas al médico. A veces pueden ingresar en el hospital, pero se les pone hidratación y analgésicos, nada más. Esos casos pueden evolucionar favorablemente con un tratamiento sintomático», señala Guillán.
Secuelas
Aunque las meningitis víricas son menos graves, eso no significa que estén exentas de riesgos. Las secuelas más temidas suelen asociarse a las meningitis bacterianas, que pueden derivar en sordera, epilepsia, parálisis cerebral o dificultades cognitivas.
Aproximadamente un 20 a un 30 % de los pacientes con meningitis bacteriana pueden quedar con secuelas. En cambio, en la meningitis vírica las complicaciones graves son excepcionales, pero siempre es fundamental una observación médica para detectar a tiempo cualquier problema.
Prevención
Las medidas más importantes de cara a la prevención dependerán del tipo de agente infeccioso que busquemos evitar. En el caso de la meningitis bacteriana, la herramienta más eficaz es la vacunación. En España, el calendario vacunal infantil incluye vacunas contra varias bacterias que la provocan, como el meningococo o el neumococo.
El meningococo es una infección bacteriana aguda y grave que, si bien en algunos casos se limita a infectar solo a las meninges, también se puede expandir a la sangre. Si es así, se denomina sepsis meningocócica y, en España, es la primera causa de muerte por infección en niños y adolescentes. Se trata de una patología que puede causar complicaciones severas y dejar secuelas que afecten gravemente a la calidad de vida.
«Hay una serie de factores pronósticos que condicionan que puedan quedar secuelas y uno de ellos es el momento de inicio de tratamiento antibiótico. Cuanto más se demore, más probabilidad de que haya secuelas. También está la edad. Cuanto mayor sea una persona, mayor probabilidad hay de que tenga mortalidad o secuelas a largo plazo», apunta Irimia. Por esa razón, ante una fiebre súbita, dolor de cabeza fuerte, la presencia de rigidez en el cuello o náuseas o vómitos, la SEN recomienda buscar atención médica inmediata.
En el caso de la meningitis vírica no existen vacunas específicas para todos los virus que pueden causarla, aunque sí hay inmunización para algunos, como el virus del sarampión, las paperas o la gripe, que pueden actuar como desencadenantes.
La higiene también juega un papel clave: lavarse las manos, evitar compartir cubiertos o vasos, y permanecer en casa si se presentan síntomas compatibles con una infección viral son medidas fundamentales que hemos aprendido con la pandemia del covid-19.