Elvira Lindo habla de la depresión que padece su marido, Antonio Muñoz Molina: «Cuando le veo decaído tengo que decirle que la vida merece la pena»
SALUD MENTAL

La escritora fue protagonista del programa de «Salvados» de este domingo, en el que hizo un repaso por su vida, como el rechazo a ser ministra de Cultura en el primer gobierno de Pedro Sánchez
29 sep 2025 . Actualizado a las 13:08 h.Elvira Lindo rechazó ser ministra de Cultura. Lo hizo en el 2018, cuando Pedro Sánchez se lo ofreció después de que saliese adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy, que acabó con el socialista en el Gobierno. «Yo no me vi nada preparada, eso para empezar», dijo en el programa Salvados.
La escritora, autora de la serie Manolito Gafotas, recordó aquella conversación: «Me dijo: “Soy Pedro Sánchez y quiero ofrecerte algo”». Lindo le pidió media hora para pensarlo, aunque desde el primer momento tenía clara su respuesta. «Te lo agradezco mucho, pero no puedo serlo», recordó con Gonzo. «Es muy probable que se hubiera mirado con atención mi vida, mi matrimonio, mi familia... Yo iba por el mundo libremente», añadía.
Lindo también compartió en el programa de La Sexta momentos más íntimos de su vida privada, como su boda a los 21 años con «un camarada del Partido Comunista» o su temprana maternidad a los 22. «Defendí aquel embarazo contra viento y mareo». Es más, según explica, agradece haber sido madre en los ochenta y no ahora.
En el rechazo a ser miembro del Gobierno de la novelista también estaba el recuerdo de cuando su marido, Antonio Muñoz Molina, fue director del Instituto Cervantes en Nueva York, y su vida se miraba con lupa. Precisamente, él renunció a ello.
La depresión de Antonio Muñoz Molina
El escritor también aparece, brevemente, en el programa para contar cómo es su vida en Adamuz, un pueblo de Valencia, y para hablar, sin tapujos, de la depresión que padece. «Es acostarte por la noche y no querer despertarte por la mañana», detalló el miembro de la Real Academia Española.
En este sentido, la escritora reparó en cómo fue dándose cuenta de la enfermedad que tenía su pareja y cómo le acompaña en su recuperación: «Mi madre enfermó cuando yo tenía nueve años. Entonces me hizo desarrollar un pensamiento mágico, que es que yo podía cuidar y salvar a los enfermos. Y creo que, de alguna manera, eso sigue en mí», contó.
La escritora denunció en la conversación la falta de recursos en la sanidad pública para hacerle frente y pidió que se hablase de salud mental de una forma responsable: «Hemos pasado de no hablar nunca de la depresión a que parezca que todo el mundo la tiene, y eso no es verdad», dijo.
En Adamuz, Antonio Muñoz Molina dedica tiempo a su huerto porque Elvira Lindo le dio la idea. «Creo que podría haberme dedicado a la psicología», dice ella, para después añadir: «A mí se me ocurrió lo del huerto como una terapia ocupacional. Pensé en que los psicólogos y los psiquiatras hablan mucho de cómo la tierra mejora el estado de ánimo».
Lindo explica que su marido ha vivido una época muy complicada, y que parte del tratamiento ha sido poner en práctica todo lo que su padre, que era hortelano, le enseñó hasta los 18 años. «La psiquiatría no es solo medicación, y parte de esa terapia ha sido la tierra», asegura ella, mientras él asiente.
Gonzo les pide un consejo para una pareja que esté pasando por una situación igual. Lindo reconoce que es complicado y que, la gente que acompaña a los pacientes de depresión, que conviven con ellos, no tiene horario laboral. «Entonces estoy yo y tengo que decirle, cuando le veo decaído, cosas que parecen obvias: "La vida merece la pena", "estás protegido", "no estás a la intemperie", "tienes muchas cosas que merecen la pena", "no te va a pasar nada más allá de la depresión"», explica en el programa de la Sexta. Con todo, hay ocasiones en las que tiene que ir más allá: «Hay veces que hay que decir: "Haz un esfuerzo. Hazlo por mí". Quizá suene poco psiquiátrico, porque al enfermo nunca hay que presionarle, pero creo que hay momentos en los que sí es necesario», destaca.
«Soy una superviviente, una leona»
La escritora se abrió con el presentador y rememoró episodios muy dolorosos de su vida, como que no acudió al entierro de su madre, que falleció cuando ella tenía 16 años. «Me quedé sola dando vueltas por el pueblo».
Elvira Lindo reconoció delante de las cámara que vive un momento complicado, aunque se siente fuerte. «Soy una superviviente, una leona». La conversación transcurre en un mirador de la montaña del pueblo valenciano. Allí, el director de Salvados le pregunta: «Cuando haces la vista panorámica de tu vida, ¿piensas si alguna vez te has hecho daño a ti misma?». Ella asiente. «Sí, alguna vez, y mucho. Por ejemplo, cuando veo una altura así, pienso en momentos de desesperación. Soy impulsiva, y como las personas impulsivas, pienso: 'Me podría tirar'. Y luego siempre sale algo que me lleva a luchar y a seguir», responde.
Cuenta que en Nueva York consiguió que le pusieran vallas en la ventana de un piso 25. «Las personas impulsivas tenemos que protegernos a veces de la enemiga que tenemos dentro. Nunca va a pasar nada, pero tienes miedo», profundiza. Con todo, reconoce que hoy en día ya no tiene miedo de sí misma, que su impulsividad se ha reducido. «Y además, te voy a decir una cosa: yo vivo no solo para mí misma, yo vivo para proteger también a las personas que quiero. Entonces, no me pienso marchar», apunta convencida.