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Revolución en las aulas

Aprender a programar, ¿asignatura obligatoria?

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Code es una organización americana cuyo objetivo es que todos los estudiantes del planeta aprendan a programar. 58 millones en todo el mundo ya usan sus cursos digitales y gratuitos. Pero quieren más: ahora desembarcan en España y se han propuesto que la programación sea una asignatura escolar en nuestro país. Se han dado un plazo de cinco años para lograrlo. Te lo contamos.

Por Carlos Manuel Sánchez

Sábado, 28 de Agosto 2021

Tiempo de lectura: 7 min

El día que murió Steve Jobs (5 de octubre de 2011), un emigrante iraní en Estados Unidos llamado Hadi Partovi tuvo una visión. «Acababa de morir el tecnólogo más influyente del planeta y sentí que necesitaba hacer algo, contribuir a que todos tengan las mismas oportunidades en un mundo donde los conocimientos digitales son cada vez más decisivos.

De esa inspiración nació Code.org», recuerda. Partovi (Teherán, 49 años) tardaría un par de años en darle forma a su idea: una organización sin ánimo de lucro, nacida en 2013, cuya misión es formar a docentes y promover políticas públicas para que la programación se introduzca en el currículo educativo como una asignatura más. Se han dado un plazo de tres a cinco años para lograrlo.

El creador de CODE.
El creador de CODE.Nacido en Irán hace 49 años, Hadi Partovi se graduó en Harvard, se doctoró en Ciencias de la Computación y es un exitoso inversor tecnológico. En 2013 fundó Code.org, junto con su hermano gemelo. Tienen inmejorables contactos en Silicon Valley. |Matt Edge - The New York Times - Redux - Contacto

Partovi era un niño cuando huyó con su familia del régimen del ayatolá Jomeini. Sus padres son científicos y miembros destacados de la diáspora persa. Estudió Ciencias de la Computación en Harvard, fundó una empresa de reconocimiento de voz y la vendió a Microsoft por 800 millones de dólares.

Desde entonces se dedica a las inversiones (Facebook y Airbnb, entre otras) y a la filantropía. Su hermano gemelo Ali (y cofundador de Code.org) fue uno de los primeros en invertir en Dropbox y su primo Dara Khosrowshahi es director ejecutivo de Uber.

Pocas personas en el mundo tienen una agenda con mejores contactos en Silicon Valley que los Partovi. Descuelgan el teléfono y Bill Gates, Mark Zuckerberg o Jack Dorsey responden. Y también tienen línea directa con la Casa Blanca, como demuestra que Joe Biden, Barack Obama y Bill Clinton hayan participado en sus llamamientos para colaborar con la causa.

¿Y cuál es la causa? «En nuestro mundo impulsado por la tecnología, la informática se ha vuelto tan esencial para los estudiantes como la lectura, la escritura y las matemáticas», explica Partovi.

Conviene aclarar que el propósito de Code.org no es exactamente que todos los niños aprendan a programar, sino que todos los colegios enseñen informática. La razón no es convertirlos en programadores el día de mañana o encaminarlos hacia empleos tecnológicos bien remunerados, aunque a nadie le amarga un dulce...

Satya Nadella, presidente de Microsoft.
Satya Nadella, presidente de Microsoft.«La programación es quizás uno de los ejercicios más liberadores. Es necesario que se convierta en una habilidad fundamental, al margen de si te dedicas a la informática, a la medicina o a la historia. La programación se parece a la poesía en el sentido de que es una expresión concisa. Y es muy inspiradora, tanto para el artista como para el científico. Es algo que de verdad puede marcar la diferencia». |Cordon.

«La informática es hoy tan importante como la biología. Es necesario comprender la fotosíntesis, pero también qué son los algoritmos. Porque están en todas partes e impactan en nuestra vida diaria. Necesitamos programadores, sí, pero también abogados, médicos y políticos que sepan de la importancia de la programación. No se trata de preparar a los niños para el trabajo, sino de prepararlos para la vida», resume Partovi.

Aliado con Disney, Minecraft, la NBA...

La plataforma de Code.org ofrece lecciones on-line para niños de 4 a 18 años. El acceso a los contenidos es gratuito desde cualquier parte del punto. Están traducidos a sesenta idiomas. Los tutoriales se pueden ver en YouTube y en ellos es habitual ver a los magnates de los gigantes tecnológicos impartiendo clases.

La plataforma se ha aliado con Disney, Star Wars, Minecraft o la NBA para hacer sus contenidos más atractivos. El éxito ha sido arrollador. Cuatro de cada diez estudiantes norteamericanos tienen una cuenta abierta en Code.org y 58 millones en todo el mundo, además de dos millones de profesores.

Pero solo es la punta del iceberg. La organización se ha marcado como primer objetivo que todas las escuelas públicas de Estados Unidos impartan programación. De momento, lo ha conseguido en varias decenas de estados. Y ahora desembarca en Europa, con España como cabeza de puente.

The New York Times se preguntaba en 2017 si Silicon Valley estaba utilizando su poder de persuasión para que las escuelas públicas sirvan a los intereses de las corporaciones. Y apuntaba a que existe un déficit de ingenieros informáticos y que las compañías estadounidenses se ven obligadas a reclutarlos en el extranjero.

¿Un 'plan marshall' de la digitalización?

Ese déficit de perfiles tecnológicos también afecta a Europa, donde hay unos 900.000 empleos relacionados con la digitalización (200.000 en España) que a las empresas les resulta muy complicado cubrir. Los intereses de las empresas norteamericanas tampoco coinciden siempre con los de los países europeos. ¿Estamos ante una especie de 'plan Marshall' de la digitalización?, se preguntan los más recelosos. ¿Aprovechará Silicon Valley para pescar en el vivero del talento europeo y, de paso, exportar su ideario?

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Timothy Cook, director ejecutivo de Apple.«Hay un desfase entre lo que se enseña en la universidad y lo que demanda el mercado. Y una de las competencias donde más se nota es la programación. Por eso pienso que todos los niños deben acabar Primaria sabiendo programar. Debería ser un requisito en todas las escuelas públicas».Getty images

Es el tipo de cuestiones al que ha tenido que responder Fran García del Pozo, responsable de Code.org para Europa, África y Oriente Medio, con un equipo cien por cien español. «Me costó cinco años conseguir traer Code.org a España. Fue muy difícil. Desde luego, la pandemia ha sido un tsunami. Ha acelerado la digitalización y ha convencido a muchos escépticos que pensaban que se tardaría muchos años en transformar la educación y el trabajo. Pero también ha mostrado que existe una brecha digital importante. Muchas familias carecen de conectividad y dispositivos suficientes. Y eso es injusto», afirma.

Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook.
Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook.«Hace años, cuando estaba buscando trabajo, me preguntaba qué es lo que más importa en el mundo. Y llegué a la conclusión de que es la habilidad para comunicarnos. Cuando trabajas en tecnología puedes crear algo que usarán millones de personas. Y eso hace que el mundo sea más pequeño». |Getty images.

Este exejecutivo de Telefónica conoció a Hadi Partovi a través del educador y matemático Salman Khan. García del Pozo cree que estamos ante un fenómeno imparable.

«La programación forma parte del currículo educativo desde edades tempranas en Estados Unidos, Singapur o Australia. Y China aprobó en 2016 un plan para que todos los niños aprendan a programar desde los seis años y estudien robótica a partir de los once. Es una ventaja competitiva para acceder al mercado laboral como en su día lo fue para nosotros aprender inglés. Pero no se trata de que todos seamos programadores, sino de que todos entendamos la programación», matiza.

El inglés es la lengua franca que nos permite entendernos con el resto de seres humanos, ¿Qué utilidad puede tener aprender código a alguien que no se vaya a dedicar a la tecnología? García del Pozo responde.

«Las máquinas –explica—dominan parte de nuestra vida cotidiana. Es importante conocer su lenguaje para que la tecnología esté al servicio de las personas y no al revés. Si dominamos el pensamiento computacional, que este año se ha empezado a medir por primera vez en el informe PISA, desarrollamos la lógica, la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Y estas habilidades las podrán usar los estudiantes a lo largo de sus vidas. Por lo tanto, los intereses de los alumnos siempre estarán un escalón por encima de los de la industria».

Para algunos, saber programación es una de las mejores maneras de alinear la educación con el empleo. Otros, sin embargo, se preguntan hasta qué punto hay que dejar que los intereses de la industria influyan en la educación

García del Pozo ha vivido ocho años en Nueva York. Cree que España parte en desventaja. Las habilidades digitales todavía tienen poco peso en las aulas españolas. Y cada comunidad va a una velocidad diferente. Con Navarra, Cataluña y Madrid en cabeza y otras muy rezagadas.

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Fran García del Pozo, responsable de Code.org para Europa, África y Oriente Medio.

«No sabemos cuáles serán los empleos del futuro, pero sabemos qué competencias van a demandar: pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad... Esas competencias las fomenta el pensamiento computacional; son habilidades que se desarrollan al programar».

«Debería haber un consenso entre todas ellas, más allá de colores políticos e ideologías», propone García del Pozo. Y añade: «Tenemos que concienciarnos de que estamos ante un nuevo Renacimiento. Lo digital trae de la mano una nueva civilización. Y esto nos da la oportunidad de elegir: ¿queremos ser un país que crea tecnología o que solo la consume; una sociedad que programa o que es programada?».

Etiquetas: Educación
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