Beneficios de quitarse el pijama Más descanso, menos hongos, más sexo… Por qué deberías dormir desnudo según la ciencia

El 60 por ciento de los hombres y el 56 por ciento de las mujeres lo hacen. Se sienten más cómodos y notan que se despiertan menos por la noche. Así lo refleja una encuesta de la compañía inglesa Mattress Advisor y una investigación de la National Sleep Foundation, de Estados Unidos, lo corrobora: dormir desnudo puede regular los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. Según los resultados de su estudio, mantener una temperatura corporal adecuada en la cama contribuye a prevenir el aumento de la presión arterial, el colesterol, el exceso de apetito, las interrupciones del sueño y la disminución de la libido. También se descubrió que el uso de ropa o mantas pesadas impide la liberación de la hormona del crecimiento, lo que obstaculiza el proceso de reparación nocturna de huesos, músculos y piel. Recopilamos las bondades de deshacerte del pijama:

1.- Menos insomnio y más memoria

Según una investigación del Instituto de Estudios del Sueño de Los Ángeles dormir con pijama no es una buena ideal ya que hace que la temperatura corporal aumente y afecte al ciclo de sueño, además de inhibir la llegada de la fase más profunda, la del sueño REM, aquella en la que nuestro cuerpo se recupera y repone energías. Por tanto, dormir desnudo ayuda a regular esa temperatura del cuerpo, propicia el sueño plácido y refuerza la memoria. «La temperatura ideal para dormir oscila entre los 60 y 67 grados Fahrenheit (es decir, entre los 15,5 y los 21 grados centígrados)», explican desde la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos. «Por esta razón, dormir desnudo puede ayudar al cuerpo a alcanzar la temperatura más fría de forma más rápida y mejorar el sueño», concluyen

2.- Potencia la líbido

Cuando una pareja duerme desnuda, el contacto piel con piel puede favorecer la relación gracias a la liberación de la oxitocina, más conocida como la ‘hormona del amor’, un neurotransmisor implicado en los sentimientos de empatía y confianza, así como en la actividad sexual y que, además, favorece la relajación. Según una investigación dirigida por la científica sueca Kerstin Uvnäs, la estimulación sensorial que produce el tacto hace que el cuerpo libere oxitocina y esto contribuye al bienestar diario y la capacidad de manejar el estrés.

3.- Evita infecciones

Dormir sin ropa interior también es una buena forma de mejorar la salud vaginal y contribuye a disminuir los riesgos de desarrollar cualquier infección. Según Austin Ugwumadu, profesor titular de obstetricia y ginecología del Hospital St George’s de Londres (Reino Unido), «los hongos vaginales adoran los ambientes cerrados y cálidos, así que es recomendable utilizar ropa suelta o preferiblemente no llevar nada en absoluto». La vagina es propensa a producir humedad durante la noche, y la ropa interior puede atrapar esa humedad, creando un terreno ideal para las bacterias. Desde la Sleep Foundation explican que «dormir desnudo puede ayudar a evitar que la candidiasis prospere en la vagina. El riesgo de infecciones por hongos a menudo aumenta por una circulación de aire inadecuada, comúnmente debido a la ropa interior apretada o sintética. Evitar la ropa interior apretada o que no te queda bien mientras duermes puede contribuir a una mejor salud vaginal en general».

4.- Protege la calidad del esperma

Irse a la cama sin ropa también puede tener un impacto significativo en la calidad del esperma. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, en Maryland (EE.UU.), y la Universidad de Stanford, las prendas interiores muy ajustada aumentan la temperatura de los testículos y eso puede conducir a un deterioro de los espermatozoides. El estudio concluye que el uso de ropa interior suelta durante el día y ninguna prenda en la noche proporciona una disminución del 25 por ciento en la fragmentación del ADN del esperma, en comparación con aquellos que utilizan prendas ajustadas

 5.- Quita años de encima

El sueño también ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento en la piel, ya que por la noche el cuerpo libera la hormona del crecimiento, una sustancia clave para la regeneración celular que se libera mucho más fácilmente si tenemos una adecuada temperatura corporal. Un nivel adecuado de esta hormona estimula la síntesis de colágeno, lo que promueve la elasticidad de la piel y ayuda en el retraso de las líneas finas, arrugas, manchas y pigmentación. «Cuando está fatigado y no duerme lo suficiente, su piel es más susceptible a las arrugas, la caída, la hinchazón y las ojeras. El sueño retrasado o reducido también afecta la capacidad de la piel para curar heridas o ampollas», afirman desde la Fundación Nacional del Sueño.