Golfo Pérsico Los robots ganan las carreras del desierto
Se han mejorado los jinetes mecánicos de camellos de carreras. Son más ligeros, funcionan por voz y llevan un pequeño motor que activa la fusta con la que azotan al animal.
Miércoles, 28 de Julio 2021
Tiempo de lectura: 2 min
Eran niños muy pequeños, algunos tenían solo cuatro años. Y cuanto más menudos, mejor; por eso les hacían pasar hambre. Eran niños-jinetes, muy demandados por los dueños de camellos de carreras, unas competiciones muy arraigadas en los países del Golfo Pérsico. Ganarlas da un enorme prestigio, por eso a los niños jinetes se les exigía poco peso y por eso también se traficaba con ellos. Los niños eran explotados y vendidos.
-
1 «No tengo novia, pero estoy buscando»
-
2 Stalin y Churchill: cómo dos granujas se repartieron el mundo entre whisky y vodka
-
3 Una cena en el espacio, un crucero por la Antártida... Lujos que pueden costar la vida
-
4 «Si no te gusta lo que hago, regala tu también tu dinero»
-
5 Raimundo Amador: «Si no fuera por los gitanos, el mundo se acababa. Los payos no quieren tener hijos»
-
1 «No tengo novia, pero estoy buscando»
-
2 Stalin y Churchill: cómo dos granujas se repartieron el mundo entre whisky y vodka
-
3 Una cena en el espacio, un crucero por la Antártida... Lujos que pueden costar la vida
-
4 «Si no te gusta lo que hago, regala tu también tu dinero»
-
5 Raimundo Amador: «Si no fuera por los gitanos, el mundo se acababa. Los payos no quieren tener hijos»