Volver
';
El guardaespaldas: así son los nuevos perros de protección de los megarricos

Entre entrañable y aterrador

El guardaespaldas: así son los nuevos perros de protección de los megarricos

Los schnauzer gigantes son una de las razas que se entrenan para protección.

Son el último grito en seguridad entre los ricos. Llevar guardaespaldas humanos les resulta incómodo. Prefieren perros... de élite. Están entrenados para formar parte de la familia y jugar con los niños… o atacar cuando la vida de sus dueños está en peligro. Te contamos cómo se los adiestra.

Miércoles, 21 de Agosto 2024, 12:41h

Tiempo de lectura: 4 min

Viven entre yates, mansiones de lujo y aviones privados y se enfrentan a constantes amenazas de seguridad. Ese parece ser el perfil de los nuevos millonarios que eligen un perro como escolta porque, además de protegerles frente a posibles ataques, lo pueden incorporar a la familia como uno más. Le tiras la pelota, le rascas la barriga y, si algún malhechor se pasa de la raya… Ñam.

«Vendemos tranquilidad, no vendemos miedo», aclara Kim Greene, la fundadora y CEO de Svalinn Protection Dogs, un centro de adiestramiento con sede en Montana, en Estados Unidos. Bajo el lema 'Criados para amar, entrenados para proteger', la empresa asegura que su objetivo es criar perros de compañía cariñosos y fieles que también sean excepcionales elementos de disuasión ante posibles amenazas y protectores instantáneos en caso de que sus dueños se encontrasen en peligro inminente.

Cuestan hasta 230.000 euros, pero, con el tiempo, pueden suponer un ahorro: es más barato que pagar 400 dólares la hora por dos agentes de policía retirados

«No están entrenados para matar, no criamos asesinos, están entrenados para detener la amenaza», explica en The Angeles Times November Holley, presidenta de Harrison K-9, otra de las empresas del sector que importa pastores alemanes de Alemania y los entrena en su finca de Carolina del Sur.

alternative text
No solo dobermans y rottweilers... Las nuevas demandas de protección canina exigen otros perfiles de perros que se acerquen más a un animal que, por muy protector que sea y preparado que esté, no de ser ante todo una mascota familiar. En la imagen, algunos de esos nuevos perfiles, capaces de todo: un giant schnauzer, un pastor belga malinois y un German shepherd, los tres de la empresa Protection Dogs Worlwilde.

Y es ahí donde está el quid de la cuestión (y del negocio): que sus clientes ven el peligro en todas partes. Kim Greene confiesa en The Times que le han pedido perros de protección personas que temen, por ejemplo, que les arrebaten a sus hijos del carrito mientras cargan la compra en el coche; o mujeres que vuelven a casa caminando solas desde la oficina a altas horas de la noche. Comenta Greene que sus clientes se preocupan por lo que ellos llaman «los pobres de la sociedad que no se detendrán ante nada», por los secuestros, la trata de personas y los carteristas. Vamos, el sinvivir del día a día.

Porque no hablamos de perros policía ni militares, sino del «mejor amigo de tu hijo». Es como meter en casa a Chewbacca. Eso sí, hay que tener dinerito, porque uno de estos ‘mejores amigos’ puede llegar a costar 150.000 euros. «Todos los clientes famosos, en un momento u otro, y los multimillonarios me han dicho exactamente estas palabras: '¿Qué tal un perro?’». Lo cuenta Kris Herzog, propietario del Bodyguard Group de Beverly Hills. Son símbolos de estatus y con el tiempo pueden incluso suponer un ahorro de costes: «La gente no quiere pagar 400 dólares la hora por dos agentes de policía fuera de servicio».

alternative text
De Kenia a Montana. Kim Greene es la CEO de Svalinn Protection Dogs, un centro de adiestramiento con sede en Montana, en Estados Unidos, aunque fundado por ella en 2005 en Nairobi, Kenia, donde entonces vivía con su familia. Bajo el lema 'Criados para amar, entrenados para proteger', su empresa —dice— cria perros de compañía cariñosos y fieles que también sean protectores instantáneos en caso de que sus dueños corriesen peligro.

El alto precio de los perros se debe, en parte, al mínimo de mil horas de entrenamiento que comienza cuando los cachorros tienen ocho semanas de edad. En Svalinn Protection Dogs los perros son una mezcla genética de pastores alemanes, holandeses y belgas, para lo que ellos llaman «equilibrar» el temperamento, garantizar los mejores atributos físicos de las razas y eliminar algunos de los peores, como la displasia de cadera que puede afectar a los perros de raza pura más grandes.

Los adiestradores citan la ‘normalidad’ que confiere ir por la calle paseando a un perro, frente a caminar entre dos guardaespaldas

Hace cuatro años, Greene cobraba unos 75.000 dólares por un perro totalmente adiestrado, pero la creciente demanda le ha permitido subir el precio todos los años desde entonces y, a pesar de ello, suele tener lista de espera. La entrenadora y el resto de los colaboradores de su centro someten a los animales a un programa de dos años que incluye entrenamiento físico, ejercicios de obediencia y simulacros de ataque. Pero lo más importante: también se les enseña a controlar su temperamento y desconectar rápidamente de cualquier situación de peligro para volver a la tranquilidad de una mascota cualquiera.

alternative text
230.000 dólares. No el coche... el perro. «Nuestros perros no están entrenados para matar, si no para, llegado el caso, detener una amenaza», explica November Holley, presidenta de Harrison K-9, otra de las empresas del sector, con clientes en Miami, el Caribe, Canadá o Tailandia que han llegado a pagar hasta 230.000 dólares por sus animales.

Los adiestradores citan la ‘normalidad’ que confiere ir por la calle paseando a un perro, frente a caminar entre dos guardaespaldas. «Mis clientes están en Miami, en yates en el Caribe, en Canadá, en Tailandia», dice Holley, la presidenta de Harrison K-9. Una base de parroquianos que incluye atletas profesionales, magnates de negocios, actores ganadores del Oscar, parejas de celebridades de primera línea y, lo que ella llama, «la tradicional familia adinerada».