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¡Póngase a prueba! El gran test parental: ¿Qué clase de padre eres? ¿Piedra, papel o tijera?

¿Es usted un padre piedra, papel o tijera? El estilo a la hora de educar influye en la felicidad de los hijos. Y de los padres. La mayoría de los progenitores no tienen un estilo definido, fluctúan entre autoritario y permisivo, con interludios dialogantes. Conteste con sinceridad y descubrirá cosas de usted y de su familia en las que quizá nunca había reparado.

Por Carlos Manuel Sánchez

Martes, 07 de Noviembre 2023

Tiempo de lectura: 6 min

Según el profesor Fernando Alberca «La infancia es la etapa menos propicia para ser feliz; la felicidad requiere madurez» Si usted es padre, anímese a someterse a este test para saber si usted mismo adquirió la necesaria para educar a sus hijos y que estos puedan acercarse a la felicidad en su propia madurez»

1. Su hijo ha dejado el salón como si hubiera pasado Atila.

a. Le dice que no cenará hasta que no lo recoja todo.

b. Le dice que lo va a cronometrar mientras recoge y que, si lo deja limpio en menos de cinco minutos, batirá un récord mundial.

c. Le pide que lo ordene y se va, pero cuando vuelve su hijo está viendo la tele y recoge usted.

2. Su hijo y un amiguito están dibujando. A su hijo no se le da muy bien…

a. Le termina usted el dibujo para que no se sienta inferior.

b. Lo convence para que lo borre y vuelva a intentarlo. En cuanto empieza a dibujar, le dice lo bien que le está saliendo ahora y lo anima a continuar.

c. Le dice: «Fíjate en tu amigo, ¿ves lo bien que le sale? Pues pon un poco de interés».

3. Antes de cenar, comenta que no tiene hambre. Su cara está manchada de chocolate, pero dice que no ha comido nada.

a. Saca el móvil y le hace una foto. ¡Está tan gracioso!

b. Le castiga por mentiroso y por tonto. Si mientes, por lo menos que no te pillen.

c. Le pide que se ponga en su lugar. ¿Cómo te sentirías si después de hacer la cena con toda la ilusión del mundo yo prefiriese comer un bocadillo?

4. Gran pataleta…

a. Lo manda castigado a la habitación a grito pelado. A decibelios no le va a ganar…

b. Le da lo que quiere para que deje de berrear.

c. No cede, espera a que se canse y se vaya calmando, guardando una distancia física para que entienda que no le interesa lo que hace.

5. No ha hecho los deberes…

a. Usted se pone furioso y le grita que se ponga a hacerlos inmediatamente.

b. Se pone a hacerlos con él a toda prisa, pero son demasiados y ya es la hora de ir a la cama. Tiene que descansar o mañana será peor. Así que le hace un justificante para el profesor diciéndole que el niño no hizo los deberes porque no se encontraba bien.

c. Le recuerda que debe ser responsable. Todos deben serlo en casa para que las cosas funcionen. ¿Qué pasaría si yo no tuviera ganas de ir a trabajar?

6. Es mejor tener algo de manga ancha y evitar discusiones.

a. Estoy de acuerdo. Mejor no poner en peligro la paz familiar.

b. No estoy de acuerdo, al final se te suben a las barbas.

c. Depende, pero hay que fijar unos límites. Establecer unas normas: pocas y claras y con cierta flexibilidad. Lo importante es que el niño las entienda y participe a la hora de fijarlas.

7. Los niños necesitan disciplina y si se la saltan deben ser castigados.

a. Estoy de acuerdo. Mano dura. Las buenas lecciones son las que duelen... y nunca se olvidan.

b. La mili ya la quitaron. No se aprende nada obedeciendo sin más.

c. No hay que confundir la disciplina con los buenos hábitos. Es más fácil acostumbrarse a hacer algo que imponerlo. Pero sí que hay que mantenerse firme ante las exigencias constantes.

8. Los niños no deben salirse siempre con la suya, pero también debemos escucharlos.

a. Por supuesto que pueden decir lo que piensan, pero ellos no tienen la última palabra.

b. La educación es un proceso de negociación. Cuanto mejor sepan exponer sus condiciones, mejor les irá en la vida.

c. No es una cuestión de autoridad ni de sacar ventaja. Deben entender que no se puede tener todo.

9. El perro de la familia acaba de morir. Su hijo está muy disgustado…

a. Le dice que no esté triste. Mañana mismo le comprará otro perro.

b. Aprovecha para hablarle de la muerte como algo consustancial a la vida. Es triste, pero hay que pasar el duelo y salir adelante.

c. Le dice que sea fuerte. Era un perro, no una persona.

10. Están en la juguetería comprando un regalo para un amigo del colegio que celebra su cumpleaños. El niño también quiere un juguete… ¡y ahora!

a. Le digo que no es su cumpleaños. Si quiere algo, que se lo compre con su dinero.

b. ¿Por qué tiene que quedarse rabiando? Es mi hijo. ¿No tiene derecho a un capricho de vez en cuando?

c. Tendrá que esperar. Hay que enseñarle a valorar las cosas, a cuidarlas. O se aburrirá enseguida y querrá sustituirlas por otras nuevas.

11. Los padres deben estar de acuerdo, sobre todo a la hora de castigar.

a. Sin duda. Hay que apoyarse el uno al otro delante de los niños. Por eso es importante tenerlo todo hablado de antemano.

b. Nosotros usamos la táctica del poli malo y poli bueno. Es mejor palo y zanahoria que solo palo. Pero cambiamos de papel con frecuencia para que el niño no le coja ojeriza a uno y siempre le pida las cosas al otro.

c. Debe haber un líder en la familia para que no haya confusiones. El niño debe saber quién lleva los pantalones.

12. Salir con los niños a comer fuera de casa es:

a. Una pesadilla. Se aburren enseguida y molestan. Por eso preferimos comida rápida.

b. Una buena manera de hacer cosas juntos.

c. No hay problema. Saben comportarse.

13. Usted piensa que:

a. Demasiados elogios son contraproducentes. El niño pensará que es excepcional y luego se llevará un chasco.

b. El esfuerzo hay que valorarlo siempre con una palabra de aprobación, incluso con una mirada

c. Las buenas palabras están bien, pero no bastan. Si mi hijo juega al fútbol, le doy un premio por cada gol que meta.

14. Cuando es hora de ir a la cama…

a. Les cuesta un poco y a veces protestan, pero habéis trabajado una rutina que funciona casi siempre bastante bien.

b. Ellos saben cuándo están cansados. Es inútil meterlos en la cama a la fuerza si no lo están.

c. Todo controlado. Una vez que apagas la luz, sabes que no se van a mover de la cama.

15. Y a la hora de levantarse por la mañana…

a. No hay que repetírselo dos veces. Y si quieren desayunar, tienen que hacer la cama antes.

b. Tengo que estar detrás de ellos todo el rato para que se levanten. ¿Pero a quién no le cuesta?

c. Con frecuencia se levantan antes que nosotros, con ganas de jugar. Uno de los juegos es hacer el desayuno.


Puntuación:

 

1. a (1), b (2), c (3) | 2. a (3), b (2), c (1) | 3. a (3), b (1), c (2) | 4. a (1), b (3), c (2)

5. a (1), b (3), c (2) | 6. a (3), b (1), c (2) | 7. a (1), b (3), c (2) | 8. a (1), b (3), c (2)

9. a (3), b (2), c (1) | 10. a (1), b (3), c (2)11. a (2), b (3), c (1) | 12. a (3), b (2), c (1)

13. a (1), b (2), c (3) | 14. a (2), b (3), c (1) | 15. a (1), b (3), c (2)


Esto dicen sus puntos

Descubra su perfil

Padres de piedra ( de 15 a 25 puntos)

La mayoría de los padres son más autoritarios de lo que creen. «¡Porque lo digo yo!» es una respuesta típica. No hay margen para el error porque piensan que la vida no suele dar segundas oportunidades. Así que la equivocación no se contempla como parte del aprendizaje. Su objetivo es que los hijos tengan éxito en la vida. Se premia la obediencia. La paradoja es que los niños muy obedientes suelen ser también muy dependientes y con baja autoestima. No hay grandes batallas ni berrinches épicos. Los niños acatan. Pero lo más probable es que se rebelen y terminen rechazando los valores inculcados.


Padres tijera (de 25 a 35 puntos)

Es usted un padre involucrado. Tiene una relación sana y positiva con sus hijos. Hay problemas, pero la atmósfera es de confianza. Pocas reglas y sencillas, pero se suelen cumplir. Y habla con los niños para consensuarlas. Da opciones. Abierto a la negociación. Los niños crecen sabiendo que sus opiniones importan y esto da confianza. Tienen todas las papeletas para ser adultos responsables e independientes. Usted sabe elogiar las cosas que los niños hacen bien y es claro en sus expectativas. No tiene sueños desmedidos para ellos ni subestima su potencial. Por supuesto que los niños se portarán mal a veces, pero el respeto es mutuo.


Padres papel ( de 36 a 45 puntos)

Para evitar ser considerados como dictadores, muchos padres tienden a un estilo permisivo. A veces también es por fatiga. Tienen las mejores intenciones, pero les falta constancia. La relación con los hijos va bien siempre que se haga lo que el niño quiere, pero tiene rabietas. No hay apenas reglas, pero si se rompe alguna no siempre hay consecuencias. A usted seguramente le frustra que sus hijos no le obedezcan, pero se resigna para que no haya discusiones. Llega un momento en que ya no hay manera de razonar. Lo intentó. Pero no le respetan. Algunos padres, frustrados, recurren entonces al estilo autoritario, pero los hijos ya no los toman en serio.