Viernes, 19 de Diciembre 2025, 10:03h
Tiempo de lectura: 3 min
No hay más que reparar en la cantidad de puteros y salidos que acampaba en los órganos de gobierno del partido de Estado –un partido que blasona hasta la náusea de feminista– para que advirtamos que el fariseísmo se ha convertido en un cáncer de nuestra vida política. Escribimos 'fariseísmo' y no simplemente 'hipocresía', a sabiendas de que el fariseísmo es una patología específicamente religiosa, pues como hemos afirmado repetidamente las ideologías no son otra cosa sino sucedáneos religiosos para gente alienada; y, por lo tanto, sus expresiones patológicas son muy semejantes –en versión chusca, si se quiere– a las patologías religiosas.
-
1 Shirley MacLaine y los hombres: los que me amaron, a los que amé, de los que huí... y, sí, los que huyeron de mí
-
2 Pódcast | La herida abierta que amargó el azúcar y la vida de Celia Cruz
-
3 Tres recetas ligeras –y deliciosas– para sobrevivir a los excesos de Navidad
-
4 Pódcast | Las extraordinarias hijas de Marie Curie que hicieron historia dentro y fuera del laboratorio
-
5 Me enamoré de un violador y asesino en serie, Ted Bundy
-
1 Shirley MacLaine y los hombres: los que me amaron, a los que amé, de los que huí... y, sí, los que huyeron de mí
-
2 Pódcast | La herida abierta que amargó el azúcar y la vida de Celia Cruz
-
3 Tres recetas ligeras –y deliciosas– para sobrevivir a los excesos de Navidad
-
4 Pódcast | Las extraordinarias hijas de Marie Curie que hicieron historia dentro y fuera del laboratorio
-
5 Me enamoré de un violador y asesino en serie, Ted Bundy

