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Recetas de Martín Berasategui Sopa de almejas y guisantes

Si buscas una receta que combine el sabor del mar con la frescura de la huerta, la sopa de almejas y guisantes de Martín Berasategui es una elección perfecta. Este plato es un homenaje a los ingredientes de temporada, lleno de texturas y matices únicos.

Sopa de almejas y guisantes

Lunes, 09 de Diciembre 2024, 10:24h

Tiempo de lectura: 1 min

Tiempo de preparación: 60 minutos para cuatro personas

Ingredientes:

  • 500 g de almejas arroceras
  • 1 vaso pequeño de vino blanco seco
  • 350 g de guisantes desgranados frescos
  • Todas las vainas de los guisantes desgranados
  • 1 l de caldo de pollo o de verduras
  • 50 g de mantequilla
  • 1 ramillete de perifollo deshojado
  • 50 ml de nata líquida
  • 100 ml de nata montada
  • 1 pizca de raifort o rábano picante
  • 3 soperas de huevas de salmón
  • Cebollino picado
  • Pimienta molida
  • 1 ramita de tomillo
  • 1 ramita de romero
  • 1 pellizco de pimentón de la Vera
  • 1 sopera de AOVE


PREPARACIÓN


Lava las almejas y quita sus impurezas: ponlas en el fondo de una cazuela y añade el vino. Tapa y arrima a fuego fuerte hasta que las almejas se abran. Escúrrelas, cuela el jugo y resérvalo. Retira la carne de las almejas y desecha las conchas. En la misma cazuela enjuagada y limpia echa el caldo y las vainas de los guisantes y ponla al fuego hasta que arranque el hervor. Añade entonces el jugo reservado, tapa la cazuela, apaga el fuego y deja que repose unos 20 minutos para que pille el gusto.



ACABADO


Pasados, cuela y arrímalo de nuevo al fuego en la misma cazuela enjuagada. Según hierva, agrega los guisantes desgranados y la mantequilla. Vuelto de nuevo el hervor, vierte toda la mezcla en el vaso de una batidora con el perifollo fresco deshojado, la nata líquida y la carne de las almejas, y acciona la máxima potencia para lograr una sopa muy verde con mucho sabor. Rectifica la sazón. Puedes servirla caliente, tibia o fría. Reúne en un bol la nata montada muy fría con el rábano y las huevas de salmón y, con una lengua, mezcla con delicadeza hasta lograr un chantillí esponjoso. Pimiéntalo. Coloca unas nubes de chantillí sobre la crema de guisantes y esparce cebollino picado.


Para que la sopa quede más ligada o con más cuerpo, al batirla puedes añadir unos copos de puré de patata deshidratados.