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Las mil caras de Frida Kahlo, la artista más luminosamente oscura y misteriosa del siglo XX

70 aniversario de su muerte

Las mil caras de Frida Kahlo, la artista más luminosamente oscura y misteriosa del siglo XX

Frida fue retratada en 1941 por Rosa Covarrubias, bailarina, fotógrafa y amiga.

Cuando se cumplen setenta años de su muerte, una exposición recorre la vida de la irrepetible artista mexicana con una apabullante colección de imágenes. Un intenso viaje fotográfico que retrata a la mujer de cuyo arte André Breton dijo que era «una cinta alrededor de una bomba».

Viernes, 05 de Julio 2024, 10:01h

Tiempo de lectura: 4 min

Friducha. Así la llamaba su padre, Guillermo Kahlo, el hombre que inoculó en su hirviente sangre el poder de la imagen. La fotografía le dio a él una profesión y prestigio, pero nunca imaginó lo que iba a suponer para su hija Frida, séptima hermana en una familia de siete féminas y un varón, fruto de dos matrimonios. 

Primera influencia visual y artística de su vida, la fotografía jugó un papel determinante en la trayectoria de Frida Kahlo. Empezó revelando y retocando las imágenes de su padre, autor de los primeros retratos de su hija, y coleccionó fotografías de sí misma hasta su muerte, el 13 de julio de 1954, en la casa azul, el hogar que su padre, gracias a sus ingresos como fotógrafo oficial del patrimonio cultural mexicano, creara en el barrio capitalino de Coyoacán. Allí descansan todavía sus restos, 70 años después, incinerados tras un multitudinario velatorio en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México con la bandera del Partido Comunista Mexicano sobre su ataúd. Un ritual que convirtió a Frida en parte del alma de un país que celebra ahora su aniversario. 

Spencer Throckmorton, director de la galería que hoy expone estas imágenes, ha pasado 45 años rebuscando en mercados de pulgas, librerías, colecciones privadas y casas de subastas para crear esta reveladora biografía visual

El homenaje más revelador, sin embargo, tiene lugar estos días en Nueva York, la ciudad que la convirtió en icono internacional del arte y donde la experiencia del capitalismo reforzó sus convicciones revolucionarias. La galería Throckmorton Fine Art exhibe hasta el 7 de septiembre la mayor colección de retratos fotográficos de la artista reunidos hasta la fecha.

En una personal y obsesiva búsqueda del tesoro, su director, Spencer Throckmorton, ha pasado 45 años rebuscando en mercados de pulgas, librerías de segunda mano, colecciones, tiendas de fotografía y casas de subastas para crear una reveladora biografía visual a partir de retratos que hicieron de Frida personas en las que confiaba.

La exposición arranca con las estampas que su padre le hizo de niña, se suman otros tomados por parientes, amigos y amantes, y se remata con las de grandes fotógrafas y fotógrafos de su tiempo como Rosa Covarrubias, Gisele Freund, Lucienne Bloch, Lola y Manuel Álvarez Bravo, Bernard Silberstein, Nickolas Muray, Edward Weston... Imágenes sin censura todas ellas que redondean nuestro conocimiento sobre una de las artistas más luminosamente oscuras y misteriosas de nuestro tiempo. Un icono del siglo XX cuyas pinturas cuelgan en la sala más venerada del quinto piso del MOMA de Nueva York, la que alberga obras maestras de Dalí, Magritte, Van Gogh, Picasso, Warhol... Una mujer que pasó de ser «la esposa de Diego Rivera» a convertir a este en «el marido de Frida Kahlo», y sobre la cual André Breton, maestro de surrealistas, grupo que la adoptó como uno de los suyos, dijo con precisión: «El arte de Frida Kahlo es una cinta alrededor de una bomba».

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