Mujeres y colectivo transgénero: las medidas urgentes para reducir su riesgo cardiovascular

Cada año mueren en España más mujeres que hombres por enfermedades cardiovasculares, donde se incluyen patologías como la enfermedad coronaria, el infarto agudo, la insuficiencia cardia, las enfermedades valvulares y arritmias, y las enfermedades vasculares que recogen el ictus y la enfermedad arterial periférica. La aterosclerosis acelera el envejecimiento hasta 10 años y aumenta nuestro riesgo cardiovascular.

Sin embargo, en las historias clínicas nunca se indican que hay factores de riesgo específicos de las mujeres que las hacen más vulnerables. Por ejemplo, la menopausia precoz, los tratamientos hormonales, los abortos, la diabetes gestacional o el ovario poliquístico.

Es uno de los principales contenidos abordados en el XXXVI Congreso de la la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), celebrado en Castellón, que ha reunido a unos 450 participantes, con un perfil multidisciplinar. Precisamente, la interdisciplinaridad es una de las señas de identidad de la SEA, y prueba de ello es que en este congreso la co-presidencia ha representado la convergencia entre la atención primaria y la hospitalaria.

Cada 8 minutos muere una mujer por causas cardiovasculares

Junto a la problemática de la mujer también se ha abordado la del colectivo transgénero, una población que históricamente también está mal estudiada y mal atendida. En este sentido, el Congreso ha acogido dos mesas redondas sobre Enfermedad y riesgo vascular en la mujer, e Incongruencia de género y riesgo vascular.

En la primera de ellas, la doctora Meritxell Royuela, ha recordado que “las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y más en mujeres, debido a que están infraestudiadas, infradiagnosticadas e infratratadas. Cada 8 minutos muere una mujer por causa cardiovascular en nuestro país y cada 47 minutos muere una mujer en España debido a un síndrome coronario”.

Es un hecho que por distintos motivos a las mujeres se las diagnostica más tarde, se les hacen menos pruebas diagnósticas, reciben tratamientos recomendados menos frecuentes y también asisten menos a programas de rehabilitación cardiaca. Hay que seguir combatiendo el mito de que la enfermedad cardiovascular es cosa de hombres.

Los síntomas de enfermedad cardiovascular son menos evidentes

Por su parte, la doctora Àngels Pedragosa ha insistido en que 'las mujeres tenemos mayor riesgo de ictus que los hombres a lo largo de la vida y presentamos más frecuentemente síntomas menos evidentes. Todo ello conlleva una mayor mortalidad y dependencia”.

En el Libro Blanco de Salud y Género, 'se recomienda evaluar los condicionantes biológicos, terapéuticos (sobre todo los hormonales) y la situación social para prevenir el desarrollo del ictus y considerar las complicaciones en personas transexuales y otras situaciones diferentes del género binario convencional'.

La población transgénero tiene una tasa más alta de eventos y mortalidad

Respecto a la población transgénero, el doctor Marcelino Gómez ha destacado en su ponencia que “presenta una más alta tasa de eventos vasculares y de mortalidad general, incluso sin recibir tratamientos de afirmación de género”.

Además, explicó que los eventos vasculares agudos más frecuentes en las mujeres transgénero son los ictus y están en relación con el tratamiento con etinilestradiol.

No obstante, el doctor Gómez advirtió de que “el principal factor de riesgo cardiovascular de la población transgénero sigue siendo la transfobia”. Esto es así porque situaciones de maltrato y discriminación aumentan la vulnerabilidad de las personas en cuestiones de salud, pudiendo recibir peor asistencia y también influyendo negativamente en su autoestima, lo que acaba afectando al autocuidado.

De ambas ponencias se concluye que “hay que incrementar la concienciación social y de los profesionales, y potenciar mayor investigación para mejorar el conocimiento de las diferencias en la fisiología y fisiopatología por sexos y géneros”.

Los estudios deben considerar de forma equilibrada los géneros

Es necesario llevar a cabo más acciones como El Libro Blanco de Salud y Género, en cuyo capítulo dedicado al ictus la SEA ha participado de forma destacada.

En este libro se recogen recomendaciones como es la necesidad de mejorar el conocimiento de los factores de riesgo cardiovasculares en estas poblaciones y específicamente del ictus en las mujeres y diseñar protocolos clínicos adecuados a las características biológicas y sociales.

Para ello es fundamental lograr una representación equilibrada en los estudios de investigación y por último uno de los aspectos más importantes que es empoderar a estos pacientes para demandar una atención adecuada y hacerse más responsables de su autocuidado.

Colesterol y salud cardiovascular

Asímismo, el Congreso se ha ocupado de nutrigenómica y de la introducción de la nutrición de precisión como herramienta terapéutica. Se ha debatido también sobre el papel de los edulcorantes alimentarios y su relación con el riesgo cardiovascular y sobre la obesidad como enfermedad crónica, con implicaciones de un mayor riesgo cardiometabólico y de enfermedad renal.

La lucha contra el colesterol fue el tema de la conferencia inaugural Grande Covián, impartida por el doctor Lluís Massana, que analizó su aparición en el universo y su papel en la biología y en la enfermedad. El congreso también se ha ocupado de otros abordajes novedosos de la salud cardiovascular, como la incidencia de la contaminación.

Dieta mediterránea y más ejercicio

Hay que recordar que en el abordaje de la enfermedad cardiovascular la prevención es clave y que hasta el 80% de los riesgos podría prevenirse con una vida saludable y los tratamientos médicos adecuados.

En este sentido, es fundamental seguir una alimentación correcta, basada en la dieta mediterránea, que ayuda a controlar el colesterol y reduce el riesgo de infarto e ictus, evitar el sedentarismo, realizando ejercicio de intensidad moderada a diario, y evitar el tabaco, el alcohol y los edulcorantes. Todos ello sin olvidar las visitas al médico realizando los chequeos y analíticas más importantes.