Durante dos siglos San Andrés fue el escaparate de la ciudad, la calle que acogió el primer paseo arbolado a finales del XVIII y el primer edificio racionalista a mediados del XX, la gran arteria del comercio, el lugar de encuentro de la floreciente sociedad coruñesa, asentada entre la Ciudad Vieja y el Ensanche burgués. Hoy, a las puertas del 2020 y tras varias décadas en declive, la calle invoca a su historia.