Los policías que investigaron el crimen de Cristina Cabo coinciden en que «había sangre por todos lados» y que el acusado «estaba familiarizado con las armas»
«Él nos dijo que se fue todo de control», sostuvo el inspector jefe en el juicio. Él y otros compañeros acreditaron que «pretendía huir de Lugo el día que lo arrestamos» y probaron que la víctima «trató de arrastrarse hacia la puerta» cuando estaba desangrándose tras recibir 47 puñaladas