«Molleime máis onte que hoxe»

Jorge Michelena / Y. G.

AL SOL

Pepa Losada

El Descenso do Landro puso ayer el humor en Naseiro después del «diluvio» del domingo

29 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de un domingo pasado por agua, con 39 litros por metro cuadrado en tan solo una hora, la Romaxe do Bo Xantar en Naseiro (Viveiro) amanecía ayer con ganas de más H2O. Tocaba vivir el Descenso Humorístico do Río Landro. El clásico concurso acuático de la romería viveirense llenó de colchonetas, pequeñas embarcaciones y flotadores el cauce del Landro. Y pese a la jornada dominical de perfil diluviano, los romeros se animaron a darse el tradicional chapuzón del lunes de Naseiro.

Aunque la bajada estaba programada para las siete de la tarde, muchos fueron los que se metieron en el río ya poco después de las seis y media, iniciando su recorrido, como es costumbre, desde el eucaliptal de Souto da Retorta en una edición en la que la participación fue masiva, ya que más de 150 personas se animaron y mostraron su valentía, humor y ganas de pasárselo en grande.

Adentrados en el medio acuático, avanzando lentamente hasta el campo de la fiesta, se escuchaban gritos como «este ano dá gusto a auga, debe ser que levo moito alcol no corpo» o «molleime máis onte que hoxe». Los más rezagados bromeaban: «Non imos chegar nin para a verbena».

A las orillas del río, a lo largo de todo el recorrido, había una gran expectación, no solo de romeros mimetizados con el entorno de Naseiro tras casi cinco días de fiesta sin parar, sino también de foráneos que se acercaron al epicentro festivo para disfrutar de la popular bajada. Goza de gran importancia en el marco de la romería. Son años y años de navegación entre risas y sin complejos. El puente de madera mostraba un aforo completo. Lleno total.

Capítulo destacado: los disfraces. Heterogeneidad absoluta: vacas, payasos, ranas, hawaianos... Toda una amplia variedad de atuendos dando vida a un carnaval a remojo y muy hidratado, que a su vez llenaba de color y alegría el valle de Naseiro.

No faltó a la cita la familia Timiraos. Sus miembros iban de cocteleros repartiendo combinados y mojitos durante el trayecto fluvial. Los tripulantes de otra «embarcación» eran gnomos. Otra emulaba a los personajes de Trolls y el Pulpo da ría también se dio un paseo. Carretillas también se vieron en esta edición. Útiles para llevar bebida y calentar el cuerpo.

PEPA LOSADA

Los participantes llegaron a la meta «cansados y con gran fatiga». Algunos a las siete y media. Otros se lo tomaron con más calma y no concluyeron la ruta hasta pasadas las ocho.

Balance final. Todo fue un éxito en el Val do Naseiro sobre todo después de haber guardado en la retina las secuelas de la tormenta del pasado domingo, que algunos aprovecharon al máximo sin dudar en alegrar el cubata con el granizo caído, del tamaño de nueces.

Este año faltó en Naseiro la celebración de la carrera en ropa interior, que sí hubo en otras ediciones. De todas formas, algunos de los que participaron en el Descenso Humorístico do Landro lo hicieron de esa guisa, en calzoncillos. Y es que Naseiro nunca ha sido un territorio tímido.