Laboratorio del «hit» veraniego: los componentes de un éxito asegurado

Lucía Nieto / J.B REDACCIÓN / LA VOZ

AL SOL

Grupo de personas en la pasada edición de O Son do Camiño bailando algunas de las canciones mencionadas en la pieza.
Grupo de personas en la pasada edición de O Son do Camiño bailando algunas de las canciones mencionadas en la pieza. Sandra Alonso

Melodías simples y letras muy pegadizas integran la receta del fenómeno estival

20 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada verano tiene su propia banda sonora: esa canción que suena en un bucle infinito y, casi sin querer, nos acompaña durante los meses de la temporada estival. Es posible que en octubre ya la hayamos olvidado, pero, cada vez que vuelve a sonar, los recuerdos de aquellos días se reproducen sin piedad en nuestra memoria.

Potra salvaje, Nochentera, BZRP Music Sessions, vol. 52 o Todo de ti son algunos de los temas que se alzaron con el título de canción del verano en ediciones pasadas. Ahora le toca al 2025 elegir su propio himno, aunque la decisión sigue en el aire.

Si bien aún hay margen para proclamar un veredicto, las posiciones en las listas de las canciones más escuchadas —tanto en plataformas de música en streaming como en las emisoras de radio más famosas— varían constantemente. La oferta es sorprendentemente amplia, y cada día aparecen nuevas propuestas que hacen tambalear los primeros puestos. Otras, en cambio, como el álbum DTMF, de Bad Bunny, continúan sonando pese a haberse lanzado hace meses. En concreto, el 5 de enero de 2025.

Despechá, de Rosalía, se lanzó el 28 de julio y acabó convirtiéndose en un éxito indispensable del verano del 2022, lo que refuerza la idea de que todavía queda tiempo para que surja un nuevo himno. Aun así, hay quienes apuestan por títulos que llevan varias semanas sonando con fuerza.

Un vistazo rápido a los rankings de junio y julio permite identificar propuestas como Latina foreva, de Karol G, No tiene sentido, de Beéle; Soleao de Myke Towers; o 6 de febrero, de Aitana, como dignas competidoras de la categoría.

Si nos apoyamos en las listas de éxitos, No tiene sentido ha ocupado durante dos semanas consecutivas el número uno en LOS40, una posición que también ha liderado en las listas de los promotores de Promusicae, dominando gran parte de junio. Sin embargo, en julio han aparecido sencillos como La plena, de Ovy On The Drums y Beéle, Tuchat, de Quevedo, Cavalinho, de Pedro Sampaio, y Orilla, de Bad Gyal y 8belial, que también quieren participar en la competición.

Los cinco ingredientes imprescindibles

Más allá del lugar que ocupen las aspirantes a canción del verano en las listas nacionales e internacionales de éxitos, una forma alternativa de elegir a la canción más representativa consiste en evaluar si reúne los elementos característicos de un auténtico éxito del estío. Entre los criterios fundamentales destacan los siguientes:

1. Cuatro acordes

Jaime Altozano, reconocido youtuber español especializado en música, ha analizado la fórmula de muchas canciones veraniegas. Según explica, existe una secuencia de cuatro acordes presente en numerosos temas populares. Como ejemplos menciona Ave María, de David Bisbal, y Despacito, de Luis Fonsi y Daddy Yankee.

2. Letra sencilla

Estos temas no suelen destacar por la complejidad o belleza de sus letras; más bien, triunfan por ser fáciles de memorizar y altamente repetitivos. Despechá, de Rosalía, lo ejemplifica perfectamente, con estribillos simples pero pegadizos como: «ando despechá’, alocá’; bajé con un flow nuevo de caja, baby, hackeá».

3. Buen feeling

Además de ser fácil de recordar, una canción veraniega debe transmitir sensaciones positivas. El verano, asociado tradicionalmente con el disfrute, invita a celebrar emociones como el amor, la alegría, el deseo y el buen humor.

4. Colaboraciones

Las uniones entre artistas constituyen otra estrategia efectiva para lograr un alcance masivo. La combinación de estilos y públicos suele potenciar el impacto del tema. Ejemplos de esta fórmula son La Gozadera, de Marc Anthony con Gente de Zona, y Bailando, de Enrique Iglesias junto al mismo grupo.

5. Ritmo bailable

Por último, aunque todos los elementos anteriores son clave, el ritmo también juega un papel decisivo. Que una canción invite a moverse e incluso cuente con una coreografía viral puede marcar la diferencia y tiene mucho terreno ganado.