
Entrevista | Ana Abad Los más pequeños de la casa «deben tener habilidades para enfrentarse a la violencia», señala Ana Abad, que analizó con padres del CEIP de Covas la influencia de la tele
15 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Bart, el protagonista de Los Simpson es rebelde, faltón, irreverente y transgresor, y sin embargo se ha convertido en icono de la sociedad actual. Su hermana, más racional y responsable no es precisamente el personaje más popular, ni en la serie, ni tampoco en la vida real. La psicóloga Ana Abad analizaba esta misma semana con los padres del CEIP de Covas algunas de las series infantiles de televisión con mayor seguimiento, y su influencia sobre los más pequeños de la casa. Los Simpson , explicó Ana, son el ejemplo «del cambio de valores que está propiciando la televisión en los niños. El protagonista, un niño problemático, que hace travesuras, sobre todo con actitudes de falta de respeto es el más divertido, el que más amigos tiene, el más popular, el más aceptado». -No podemos olvidarnos de que la televisión es un medio de socialización. Es un aparato que está en el salón de casa pero también es reflejo de modelos de conducta, y los niños, hasta lo seis años no diferencian lo real de lo que son sus fantasías, y es importante que los padres se den cuenta de ello. En el análisis que hicimos hay ejemplos de ese cambio de valores del que hablamos. Shin Chan , por ejemplo, es una serie muy sexista, utiliza el castigo físico y atribuye a un niño pequeño una forma de pensar que no le corresponde. Hay series infantiles además que enmascaran, maquillan la violencia, porque, aunque no hay sangre, se ven puñetazos, pero no las consecuencias de esos golpes, y eso es dañino para el niño que desayuna, come y merienda con la televisión. -¿Cuáles son las dudas expresadas por los padres, y qué alternativas hay? - Hay que hacer una contraeducación, ver con ellos la televisión y decirles que eso no está bien. Deben ser ellos quienes decidan qué programa ven los niños, y sobre todo que opten por jugar con ellos, llevarlos al parque, que el niño no esté solo sino con ellos o sus amigos en la calle. La televisión influye, pero también los modelos que quieren transmitir a sus hijos. El robo, la violencia, considerando también como tal los berrinches o pataletas... Hay que educar para dar a los niños habilidades suficientes para enfrentarse a las provocaciones que conducen a la violencia, como ignorar esa provocación o usar el humor.