El deseado cura Desiré regresa a Muíño

A MARIÑA

04 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Hasta la traducción del nombre lo pone fácil. Desiré es Deseado , y deseado fue, y es, por los feligreses de la parroquia de Muíño, en Zas, que han estado menos de un mes sin él, tan vacíos como una leira sin lluvia. Pues ya ha llovido. Desde el día de Año Nuevo, Desiré Koukaou Tanoh asumió las riendas de esta parroquia de 308 vecinos repartidos en diez lugares. Por él lucharon unidos como una piña: celebraron reuniones, hablaron con el arzobispo, enviaron firmas...

Hicieron todo eso porque estaban encantados con las maneras en la iglesia de este sacerdote oriundo de Costa de Marfil que acaba de cumplir 35 años: muy trabajador, participativo, implicado en la parroquia.

El problema ahora, por llamarlo de algún modo, es que Desiré tiene cinco parroquias. Las que ya le habían asignado (Os Baos y Alborés, en Mazaricos, y Brandoñas y Brandomil, en Zas) y la que ya había tenido casi un año y de la que no querían que se fuese. Cinco parroquias son 1.185 feligreses distribuidos en 32 núcleos que ocupan sus buenos 54 kilómetros cuadrados. Y eso, para las misas dominicales (entre semana, se va repartiendo) es un reto. A Desiré le gusta celebrarlas bien, con 40 minutos. A sus fieles, les gusta. «¡No puedo decir misa 15 minutos e irme!», se justifica. Así que, para no tener que empezar a las 9.00 horas y acabar el recorrido a las 15.00, ha agrupado las dos primeras y las dos segundas (Muíño al margen), y una semana alterna en una y, al domingo siguiente, en otra. Claro que esta solución no es el del agrado de todos, que quieren misa siempre. «¡Yo les entiendo, y sufro como ellos por eso, pero a veces no queda más remedio que hacer un pequeño esfuerzo!».