Pedreña confía su despegue al único mariñano olímpico

Ignacio Meitín Buján
i. meitín buján VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Monteserín entrena desde hace unos meses a la trainera cántabra

21 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

el deporte mariñano en la diáspora mauricio monteserín, remero de ribadeo

De un tiempo a esta parte ya no es tan habitual ver por Ribadeo en compañía de su familia al único deportista mariñano que puede presumir de haber sido olímpico. «Es los dos últimos años estaba en casa de lunes a viernes, era una de las condiciones de mi contrato, ahora solo estoy dos días a la semana y a partir del mes que viene, quizás solo una vez cada quince días», cuenta.

La agenda de Mauricio Monteserín (Ribadeo, 1976) se apretó de una manera considerable desde que a finales del 2011 decidiera asumir más funciones a bordo de la Sociedad Deportiva de Remo Pedreña. Sin necesidad de renunciar a su condición de remero, asumió la dirección técnica de la trainera cántabra con varios retos en el horizonte: relanzar a una formación histórica e impulsar el remo olímpico en la localidad que vio nacer a Severiano Ballesteros y donde, por lo tanto, el golf es el otro gran deporte mayoritario. «Como en todas las cosas, cuesta empezar, pero poco a poco y con la ayuda de mis compañeros me voy adaptando. Lo cierto es que no entraba en mis planes ser entrenador y tuvo que pensármelo mucho», señala.

Campeón de España en «al menos» 16 ocasiones, en tres de ellas de skiff, Mauri Monteserín empezó a remar «por casualidad» con solo 16 años. «Lo típico, con los amigos y más por curiosidad que por afición», dice. A bordo del batel del C.R. Ribadeo comenzó a engancharse a una modalidad de la que «luego cuesta mucho salir» y en la que vio futuro cuando cruzó la ría para enrolarse en el Club del Mar de Castropol. De sus inicios guarda en su memoria retazos de las regatas en otras localidades mariñanas y de manera especial de una «en O Vicedo, creo». «Era como un campeonato comarcal, clasificatorio para competir luego con los equipos de la zona norte de Galicia. El equipo de Celeiro siempre nos ganaba y ese día fuimos nosotros los ganadores, estábamos súper contentos», recuerda.

Ni entonces ni siquiera cuando empezó a destacar en la bancada castropolense se imaginaba que su progresión le llevaría a ser olímpico, «el sueño de cualquier deportista». Lo lograría en el año 2000. Participó en los Juegos Olímpicos de Sídney (Australia) en el doble scull junto al sevillano Jaime Ríos. «Aunque el resultado no fue el esperado -acabaron decimosextos-, la experiencia no se me olvidará jamás», afirma Mauri Monteserín. Y añade: «Al haber estado en unas olimpiadas podré retirarme tranquilo y satisfecho. Conozco gente que ha sacrificado y ha entrenado tanto o incluso más que yo y no han tenido esa oportunidad».