Los sueños emprendedores de Ibáñez quedaron interrumpidos, violentamente, por la francesada, que sirvió para "ajustar cuentas" entre la reacción y la ilustración en la provincia de Mondoñedo. Su linchamiento en 1809, no impide la extraordinaria aventura empresarial en el Valle que conforma el río Rúa a su paso por la parroquia de Santiago de Sargadelos. Hornos de fundición, fábrica de loza, sueños para el vidrio, huelga revolucionaria, importación y exportación.
Sargadelos inspira a Jovellanos la Ley de Montes. La misma que usan curas y señores feudales, para levantar el ánimo de la población, contra el hijo del escribano de Ferreirela, testaferro de la Casa Guimarán, amigo de Joaquín Cester, habitante de los pazos de Ribadeo y Sargadelos.
Pero, lo que merece la pena, en nuestro otoño, de ocres brillantes por la lluvia sobre los helechos es, recorrer el sendero que comienza en la presa del Xunco, se hace paseo de los enamorados, descansa en la cantina que regenta Elsa, y que fue mesón para los trabajadores militarizados tras el motín de 1798, dónde tomar el primer camino de peaje que se instaura en la península Ibérica, con el fin de servir de calzada a los carros que iban y venían para el puerto de la reales Fábricas, sito en Islas San Cyprianus.
Curiosamente, cuando el Concello de Cervo, emprende la recuperación de dicho espacio -hoy Praza dos Campos-vuelve a producirse la reacción fruto de la ignorancia histórica. Hay gentes que visitan Las Catedrales -Auguas Santas- y desconocen la inmensa carga patrimonial para Cervo, provincia de Mondoñedo, Lugo, Galicia y España, que reside en ese hermoso valle de Sargadelos. Pero Sargadelos, no hubiera sido posible sin el espíritu emprendedor de Ibáñez, la capacidad creativa y laboral de los sucesivos directores de la industria, el caolín, el mineral, el carbón vegetal, las fragas y el agua de Santa María de Rúa, y el puerto natural que forma la desembocadura del río Covo.
Sargadelos será el primer centro industrial moderno de España, con iniciativa privada -Real Célula de 1791-Pero San Ciprián, se convertirá en un puerto de carga y descarga, en el que se construyen buques como la Fragata Sargadelos, y dónde trabajan carpinteros de rivera como Juan Sarmiento, experto en tallar los mascarones de proa, lo que le permite atender las peticiones de la orden tercera de Viveiro, para la imaginería, cuya obra maestra es La Santa Cena que sale en procesión cada primavera en A Vila de Viveiro.
A Praza dos Campos, se ha convertido en el corazón de San Ciprián. Un magnífico lugar para, sentado en una de sus terrazas, leer la obra de Alfredo Conde - "Azul cobalto"- dónde está novelada la historia de Ibáñez.
Este sábado le dedicamos el análisis histórico de la responsable del Museo Histórico de Sargadelos, Elisa Pérez Vázquez; y por la noche, la música de "Vapor da Arte". Y es que en este otoño, no todo van a ser malas y pestilentes noticias.