Seamos Fitur, todo el año

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera OPINIÓN

A MARIÑA

26 ene 2017 . Actualizado a las 13:52 h.

La verdad es que coincido con mi amigo Sito Otero Real, en casi todo. Lleva años quejándose de la relación Fitur- A Mariña. Creo que le sucede como a mí, es un ciudadano desengañado, desencantado y desmotivado con las iniciativas de los poderes públicos. No tienen imaginación. No tienen cultura. Apenas explotan y protegen al talento. No se molestan en descubrir la potencia del maravilloso lugar en el que vivimos. Debe ser que el poder les supone cataratas y tapones de cerumen.

Los visitantes de un territorio buscan su cultura. Me gustaría que alguien explicara lo que dicen aquellos que: se encuentran con la Basílica de San Martiño, por fin con una profesional que explica historia, leyenda, recorrido artístico del lugar. Se encuentran con las explicaciones de un recorrido por el Casco Histórico de Viveiro, bajo la dirección de Carlos Nuevo Cal. Se encuentran en el Museo Provincial del Mar, perfectamente preparado por Encarna Lago, con toda suerte de actividades, y que muestra la cultura de un territorio que antes miraba a la mar, y ahora -desgraciadamente- mira a la chimenea aluminera. Se encuentran en el Museo de Regal Xunqueira, descubriendo todo lo que allí pasó y pasa. Se pierden por Sargadelos e imaginan la gran aventura de la ilustración o la creatividad de Isaac Díaz Pardo. -no hay fotos más hermosas, de recuerdo, que las ponen como paisaje a la presa de Sargadelos o al mural que Luís Seoane le dedicó a Ibáñez- siempre me recuerda una de las caras del denario ibérico-. A lo anterior, añado la ingente labor que están desarrollando Alfredo Llano y José Díaz, en la población marinera de Burela.

Y, no quiero olvidarme de las magníficas posibilidades del mágico Mondoñedo, que ha perdido a Don Enrique Cal Pardo, pero tiene como «torrero» a nuestro amigo Antonio Reigosa. Siempre grité: ¡menos política y más sociedad!. La curiosidad del viajero siempre estuvo ligada a la cultura. Conviene leerse lo que describe George Borrow -Don Jorgito El Inglés- cuando lo mandan a vender biblias y termina describiendo lugares como Galicia, desde Costa da Morte hasta Ribadeo, acompañado por aquel marinero de leva, Antonio da Traba. Siempre grité: ¡mejor que ir a lucir palmito, es traer visitantes ilustres para que hablen de nosotros!

Así lo hicimos con Agustín Ibarrola, el gran artista vasco, que conocía la Galicia del sur por su estancia-refugio en Allariz. Así lo hicimos con Laura Espido Freire, nada más ser ungida Premio Planeta más joven del certamen literario. Así lo hace Otero Regal con esos profesores de la inmortal Salamanca, hoy con residencia en San Román-Vicedo-Area Grande.