Tiró árboles, levantó tejas y, en Viveiro, arrancó planchas laterales de un edificio
25 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando en A Mariña se dormía, en la madrugada del viernes al sábado, la ciclogénesis explosiva Hugo alcanzó su intensidad más elevada cruzando la comarca, con vientos que llegaron a aproximarse a los 130 kilómetros por hora. Mal presagio en el inicio de la Semana Santa, temporada álgida para el turismo, que la meteorología parece empeñada en empañar. La borrasca dejó a su paso por A Mariña un reguero de incidencias, que obligó a los servicios de Protección Civil, personal municipal y bomberos a actuar. Por fortuna, no hubo que lamentar daños personales. El mar, picado, con olas espectaculares, golpeó con fuerza y obligó a mercantes de paso a protegerse en las rías. Las lluvias fueron intensas en algunos municipios y, por ejemplo, en Ourol, se desbordaron ríos. Con el paso de las horas, el viento fue amainando, con Hugo ya camino del Mediterráneo.
Las imágenes de vallas y contenedores tirados se prodigaron en la varios municipios. En Xove el viento tiró bastantes árboles, varios de ellos en la carretera de acceso a A Rigueira, que estuvo cortada dos horas, hasta que operarios del Concello los cortaron.
En Burela, en la calle Rosalía de Castro el viento arrancó tejas de un inmueble, que salían volando hacia la calle. Acudieron los bomberos de Barreiros, que retiraron las que quedaban sueltas. Dieron aviso a la policía local para que señalizase la zona.
En Viveiro, las chapas de la pared de un edificio se desprendieron y fueron a parar al Camino Viejo, con el riesgo que entrañaba para vehículos y peatones. Personal municipal, policía y Protección Civil acudieron a vigilar y retirar las que pudieron.
También en Ribadeo se desprendieron dejas de un edificio en las Cuatro Calles, la zona peatonal. La policía lo valló.
En Ourol hubo varios incidentes. Un árbol cayó sobre la carretera de Ourol a Miñotos, a la altura de Os Muíños, impidiendo el paso hasta que fue troceado y retirado. Y también se desprendió de una ladera una piedra de gran tamaño, sobre la carretera de Xerdiz a O Viveiró. En Foz también tuvieron que retirar otro árbol que cortaba el paso en la carretera de Lousada a Nois.
En algunas zonas costeras, como por ejemplo en San Cibrao (Cervo), el Concello optó por vallar los pasos marítimos, impidiendo el paso, y el acceso al faro. El viento tiró las vallas, pero se evitaron riesgos mayores.