Los donantes mariñanos de órganos ayudaron a salvar 30 vidas en 5 años

Lucía Rey
lucía rey BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

En el último lustro se realizaron en el Hospital da Costa diez extracciones múltiples

23 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Alrededor de treinta personas han salvado la vida en los últimos cinco años gracias a los órganos donados en el Hospital da Costa, donde se realizan una media de dos extracciones multiorgánicas al año, según los datos facilitados por el gabinete de comunicación del centro hospitalario. «As doazóns rexistradas son multiorgánicas e multitecidos, é dicir, que supuxeron a extracción de varios órganos, como corazón, pulmón, riles, fígado, así como de tecidos, como córneas, fragmentos de ósos, vasos periféricos...», indica la misma fuente.

«Con la población que tenemos en A Mariña, de unas 80.000 personas, estamos en las cifras de donación que nos corresponden. Hubo un año que hicimos una, otro tres... Estamos en una media de dos», destaca uno de los coordinadores de trasplantes del hospital mariñano, Francisco Pintado, que recuerda que la primera extracción se realizó en 1997. «Todavía no éramos un hospital acreditado por la ONT [Organización Nacional de Trasplantes], y vino a extraerlos un equipo del Juan Canalejo», agrega. Según el gabinete de comunicación del hospital mariñano, la Consellería de Sanidad le concedió la autorización «como centro extractor de órganos humanos de cadáver» en el 2002. En los últimos años, la ONT ha impulsado distintas campañas de concienciación sobre la donación, especialmente en colegios e institutos. «Concienciándolos de que puede pasar», apunta Pintado.

Francisco Pintado, coordinador de trasplantes del Hospital da Costa de Burela

«Hoy en día un hígado o unos riñones de una persona de ochenta años pueden ser válidos perfectamente»

 El equipo de trasplantes del Hospital da Costa está integrado por tres coordinadores: Manuel Toxeiro (ATS), Alina Rodríguez (supervisora da uci) y Francisco Pintado (jefe de anestesia y reanimación). Madrileño de nacimiento, este último se define como «mariñano de adopción», puesto que trabaja en el hospital de Burela desde 1987.

?¿Cómo funciona el equipo a la hora de localizar un donante?

?El proceso está muy estandarizado. Detectamos los posibles donantes en enfermos que entran en situación de muerte encefálica. Es decir, su cerebro está muerto, pero el corazón y los pulmones pueden mantenerse un tiempo. Pero para que el donante potencial se transforme en real hay que tener una entrevista con la familia y que ésta autorice la extracción.

?¿Y qué ocurre cuando los familiares la autorizan?

?Lo comunicamos a la Organización Nacional de Trasplantes, que oferta esos órganos en el orden establecido. Primero a la comunidad autónoma. Si el órgano no se usa en Galicia, se ofrece al área norte, que forman Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. El siguiente escalón es a nivel nacional, y luego incluso a nivel europeo. Pero el 99% de los órganos se quedan en la comunidad gallega. Únicamente hay un caso especial de urgencia 0, para enfermos que necesitan urgentemente un órgano porque sino fallecen en dos o tres días. Ellos tienen prioridad.

?¿Cómo ha cambiado el panorama de las donaciones?

?Hace veinte años el donante típico era el del traumatismo craneocefálico por un accidente de coche o moto. Actualmente la mayor parte son enfermos que sufren hemorragias o ictus, accidentes cerebrovasculares. Y por eso la media de edad ha aumentado mucho. En Burela y en Galicia puede llegar hasta 70 u 80 años.

?Sorprende la edad tan elevada...

?Con las técnicas de extracción actuales, hoy en día un hígado o unos riñones de una persona de 80 años pueden ser válidos perfectamente para ser trasplantados. La esperanza de vida y la calidad de vida mayor influyen. Ahora alguien de 80 años está mucho mejor conservada que alguien de 80 de hace 20 años. 

«Es importante que la gente diga en vida si querría donar o no, porque para la familia la decisión es difícil»

El jefe de anestesia y reanimación del Hospital da Costa, Francisco Pintado, señala que en A Mariña «sigue habiendo un excesivo número de negativas familiares» en relación con la donación de órganos. «A veces llegamos al 30 o al 50 por ciento», apunta. «Cuando llegado el caso, le preguntamos a un familiar si su padre, su madre, su hermano, su mujer... habían dicho algo en vida sobre si donarían sus órganos, casi el 100% nos dice que no habían dicho nada. Y por eso, si la decisión la tiene que tomar la familia, es complicada. Lo importante es que la gente se conciencie y se posicione porque así es más fácil. Es importante que digan en vida si querrían donar o no: ‘Yo si muero quiero donar’ o ‘Yo si muero no quiero que me saquen nada’».