De reformas en el comercio de Viveiro

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Tiendas afectadas por las riadas dejan de trabajar unos días para reparar los daños

19 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Agua y barro entraron en más de cincuenta bajos comerciales del centro histórico de Viveiro en las riadas del 19 de noviembre. Tres meses después, una de las tiendas afectadas ha cerrado definitivamente, otras cuelgan carteles de «cerrado por reformas», algunas ya han reabierto o están a punto de hacerlo tras acabarlas y quedan varias por reparar.

Pasear por Pastor Díaz o la plaza de A Fontenova, dos zonas del centro neurálgico del comercio del casco histórico, puede inducir a pensar que al comercio de Viveiro se le ha ocurrido reformar sus locales al mismo tiempo. Y no. Casi todas las reformas en marcha son por obligación, para restaurar los daños de la tromba de agua que inundó el casco urbano un aciago domingo de finales de noviembre.

El cierre de una franquicia y los traslados de un veterano estudio de fotografía y de una gestora de seguros parecen la punta del iceberg de la «desfeita» de las riadas en el centro. Convirtieron en un lodazal varias áreas, con inundaciones de más de medio metro de altura en el entorno de A Fontenova o en la avenida de Galicia. Ahí, aunque menos visibles para el público, deterioraron estructuras interiores, equipos informáticos o canalizaciones eléctricas de establecimientos.

Después de apañarse como pudieron para seguir abiertos y no perder la campaña de Navidad, las reformas forzadas del comercio viveirense empezaron en locales de la calle Pastor Díaz y de A Fontenova, donde continúan en al menos cuatro tiendas. Pendientes de esas mismas obras no urgentes siguen otros establecimientos de esas zonas y casi todos los de la avenida de Galicia.

«Seguros bastante rápidos»

Cada caso es diferente porque todos dependen, en definitiva, de las condiciones de sus pólizas de seguros. A la hora de cumplirlas y de resarcir a los damnificados, las aseguradoras «foron bastante rápidas». Lo cuenta Isabel Méndez, gerente del Centro Comercial Histórico de Viveiro, citando las impresiones que le transmiten los comercios asociados.

A punto de cumplirse cien días de las riadas, «o comercio está nunha situación normal: hai movemento porque hai saúde comercial», apunta Isabel Méndez. Por lo que dice, atrás queda «a cadena de peches bastante continuada de fai un par de anos; pechan uns e abren outro, volveu a remontar e nestes momentos non son moitos os locais baleiros».