La encrucijada del médico

A MARIÑA

PEPA LOSADA

15 jun 2022 . Actualizado a las 20:29 h.

Este junio se cumplen 50 años. Tras siete en la Facultad de la Universidad Complutense. Tras cuatro como alumno interno por oposición en el Hospital Clínico de Madrid. Después cuatro oposiciones. A los 66 me jubilaron siendo médico de las parroquias rurales de mi querido Concello de Cervo. Hice el Doctorado. Fui Profesor Agregado de Salud Pública en la Universidad Pública Vasca. Jefe del Servicio de Salud Laboral y Medicina Preventiva del magnífico Hospital General Santiago Apóstol de Osakidetza en Vitoria. No se trata de presumir. Se trata de aportar experiencias a la irrenunciable causa de la formación INTEGRAL de los médicos -hace 50 años que lo soy- para el Servicio Nacional de Salud en la España de las Autonomías.

¡No hay médicos!. Es un grito generalizado. La asistencia primaria está colapsada al igual que la Medicina Interna. No hay Facultativos que quieran trabajar en el Sistema, tal cual está. Una vez más, sigue siendo necesario aquel viejo axioma: "menos política y más sociedad";. En nuestro Estado de Derecho la política y los políticos han invadido el espacio de los buenos gestores profesionales. Para ser Jefe de Servicio en un Hospital Público se requieren muchos méritos objetivables, formación continuada y responsabilidad contrastada. Para ser político y mandarín, basta con afiliarse a un partido político, ir en listas cerradas a urnas, aceptar la designación del cargo en la confianza del líder. A los dirigentes del sistema democrático no les hace falta examinarse ni mostrar datos profesionales de una contrastada y eficiente experiencia.

El choque de conductas está asegurado. Cualquiera puede ejercer como máxima "autoridad sanitaria"-programación, ordenación, financiación, jerarquización-. Pero los que reciben el impacto son los usuarios del sistema sanitario y los trabajadores del mismo. A los primeros no les queda otra que ir a las urgencias del hospital si a sus dolencias tienen que oponer las esperas tanto del Centro de Salud como de las consultas en Hospitales. A los segundos, cada día se les exige más resultados economicistas, con plantillas no adecuadas al perfil crónico y envejecido de las dolencias, y se cansan...mucho más si se ven sometidos a contratos basura o carencia de medios por una absoluta displicencia en cúpulas políticas que solo acuden a los centros sanitarios cuando inauguran algo.

Siempre recordaré que el primer fin de semana en que Ernest Lluc fue Ministro de Sanidad, se fue a visitar las urgencias de La Paz en Madrid,para verlas y saber desde sus protagonistas cuales eran los problemas entre oferta y demanda.