A-8 cortada, desalojos, los incendios intencionados provocan el caos en el vecino Occidente asturiano: «Esto es terrorismo»
A MARIÑA

La A-8, que llegó a estar cortada 12 horas, no sirvió de cortafuegos; en el polideportivo de Luarca 60 personas desalojadas pasaron la noche, y el Ejército acudió al rescate; también Galicia envía material
31 mar 2023 . Actualizado a las 20:42 h.Miedo, indignación, rabia, frustración. El Occidente asturiano arde desde hace días y los sentimientos se repiten, porque muy pocos dudan de que los fuegos no sean intencionados. Óscar Pérez, alcalde de Valdés, uno de los ayuntamientos más golpeados por la ola de incendios que asola a toda Asturias (con las llamas llegando a las puertas de la ciudad de Oviedo), fue drástico: «El daño es irreparable, es terrorismo. Los frentes están avanzando y la situación es mala. Sentimos impotencia, tristeza y enfado a partes iguales». El Occidente astur arde por tercer día, además de por Valdés, por Tineo, Allande o Villayón.
Este viernes por la mañana se contabilizaban 375 personas evacuadas de sus domicilios. De ellas, 283 son de Valdés, donde se habilitó el polideportivo de Luarca como albergue. Allí pasaron la noche del jueves al viernes casi 60 personas. «Toca resistir», comentaba Óscar Pérez, mientras centenares de vecinos (con un gran número de ganaderos) se volcaban tratando de, sino extinguir, sí controlar el avance de las llamas. La autovía del Cantábrico no sirvió de cortafuegos, y en la madrugada del jueves al viernes se cerró al tráfico a la altura de Cadavedo. Así estuvo 12 horas, cortada, hasta que se reabrió a la circulación sobre las 11.00 horas de este viernes. Los cortes afectaron también a otras carreteras, como la N-632 entre Ballota y Barcia, o la As-351 desde Almuña a Meras y al tráfico ferroviario, cortado varias horas en Cadavedo (se reabrió sobre las tres de la tarde). Sin desvíos alternativos, circular por momentos se convirtió en un caos, frente al fuego que avanzaba alentado por el viento, amenazando incluso a gasolineras.
«La situación sigue siendo dramática», comentaba a primera hora de la mañana del viernes la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, entonces con la conexión entre Galicia y Asturias cortada por la A-8, la carretera nacional y el tren, y poco después de solicitar más presencia de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Más de 300 personas de cuerpos estatales trabajaban en la extinción de fuegos del Occidente.
A lo largo del día la situación ha ido mejorando en el conjunto de Asturias. A primera hora de la tarde eran 91 los incendios activos en el Principado, 30 menos que a primera hora de la mañana. Pero era una calma tensa. El buen tiempo y el viento no ayudaban y la esperanza se ponían en las predicciones que hablan de que se avecinan lluvias. El balance es dramático, desastroso.
Por la tarde, los esfuerzos contra el fuego se centran en el Occidente, donde estaba prevista la llegada de 23 personas de una brigada de extinción procedente de Galicia. Iba a operar en la zona de Setienes (Valdés).
Antes, el miércoles, ya había llegado al Occidente la Unidad Militar de Emergencias (UME), con 95 efectivos y 40 vehículos, a los que se sumaron el jueves otros 21 miembros y dos vehículos, y dos brigadas de refuerzo de incendios forestales (BRIF), de Cáceres y Tabuyo (León). Los Bomberos de Asturias, empresas forestales, la guardería del medio natural, Guardia Civil, además de voluntarios, personal municipal, ganaderos que se desplazaron con sus propias cubas y especialistas en la investigación del origen de los fuegos, se vienen volcando desde el miércoles en combatir el fuego. También se incorporaron a las tareas de extinción dos hidroaviones FOCA del Ministerio y un helicóptero de Bomberos del SEPA.
Tanto Delia Losa como el presidente del Principado, Adrián Barbón, este último en su visita al polideportivo de Luarca acondicionado como albergue, abundaron en la convicción de que los fuegos han sido intencionados. Barbón reclamó que se aplique la máxima dureza contra quienes prenden los fuegos, «auténticos terroristas forestales».
En contacto con el hospital de Burela por si fuera precisa su UVI móvil
Los incendios alteran la agenda e influyen en la actividad del Occidente astur. En la sanidad, ante las dificultades para los desplazamientos por carretera, la gerencia del área sanitaria I, con cabecera en Jarrio, tuvo que reprogramar consultas al no haber podido llegar el personal. El centro de salud de Cadavedo estuvo este viernes cerrado. El Servicio de Salud aumentó el stock de oxígeno, sueroterapia y mascarillas FFP2 en todos los centros hospitalarios y de atención primaria de Asturias. Además, se habilitaron cinco vehículos de apoyo, distribuidos estratégicamente en Navia, Pola de Allande, Soto del Barco, Llanes y Villaviciosa. También está en prealerta un puesto avanzado sanitario. Asimismo, Salud se puso en contacto con los centros coordinadores de Cantabria y Galicia para movilizar, en caso necesario, las UVI móviles de Torrelavega y Burela.