Fontepresa: 22 habitantes, al pie mismo del viaducto «de la niebla» en la A-8, muchas fincas y todas trabajadas: aquí desapareció Bolívar
A MARIÑA

Resulta increíble que en un entorno así, de lugares pequeños, O Outeiro, O Coto, Moncalvo, nadie haya visto nada
05 dic 2023 . Actualizado a las 23:03 h.Fontepresa tiene apenas una veintena de habitantes. Hace unos años eran 29 exactamente, 15 hombres y 14 mujeres, pero con los años los vecinos son cada vez menos. Está al pie mismo del gran viaducto de O Fiouco en la Autovía del Cantábrico, la A-8, entre Mondoñedo y Abadín, conocido por todos como el viaducto «de la niebla».
Fontepresa es un lugar, ni siquiera aldea, de la parroquia de Quende, en Abadín. Muy cerca quedan las casas de O Outeiro y de O Coto, también Moncalvo; al otro lado está la iglesia de Quende. Mondoñedo está a unos 9 kilómetros. Al otro lado de la autovía están Os Péreces y algunos otros lugares. Todo el entorno lo forman muchas fincas, pequeñas parcelas trabajadas, con cultivo. Es una zona limpia, con algunos eucaliptales, pero pequeños. Con un sinfín de caminos, eso sí. Cualquier movimiento es fácil de ver, el paso de un coche no pasa desapercibido. Por eso resulta increíble que nadie haya visto nada cuando el pasado 3 de septiembre Enrique Bolívar Díaz Pardo desapareció al llevar unas bolsas de basura a una vecina a los contenedores.
A partir de ahí todo es un misterio. Ni siquiera demasiadas cábalas. Falta material. Hay un laberinto de caminos, sí, pero bastante despejados. Enrique Abadín no fue visto por ningún vecino de la zona caminando; no fue grabado por ninguna cámara cerca de la A-8. Nada. Desapareció.
Hay que dejar trabajar a la Unidad Orgánica de la Policía Judicial, bajo la coordinación del Juzgado de Mondoñedo y del ministerio fiscal. Ellos, como ya se informó en La Voz, están investigando este extraño caso -bajo secreto de sumario, recordamos- por si hubiese un delito, como parece. Las hipótesis están abiertas: todas. Eso sí lo confirma la Guardia Civil.
Es verdad que hay una línea de investigación en torno al coche quemado de manera intencionada a 40 kilómetros de Fontepresa-Abadín, un turismo vinculado con Abadín, que ardió -casualidad o no- el mismo día de la desaparición de Enrique Bolívar. En un primer análisis no se encontraron, al parecer, restos orgánicos. Ahora mismo, revisadas las cámaras de grabación de la A-8 y de varios negocios sin resultado positivo alguno, otra línea de la investigación se centra en los movimientos ese día en ese entorno, en esos lugares. Y en las localizaciones de terminados teléfonos móviles. Como en un juego de Cluedo.
El sumario, el caso por tanto, sigue abierto. La localización de pistas lleva su tiempo. En estos pequeños núcleos los vecinos están deseando saber. Son lugares muy pequeños donde todos los vecinos se conocen y no encuentran una explicación. Una razón. Enrique Bolívar era apreciado. Poseía todas las facultades. Y en la zona y alrededores hay, como señalamos, muchas fincas de cultivos. No parece fácil esconder algo.