El tiempo irregular no importa para que los fans vivan la «magia» del festival
29 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Llega el último día del Resurrection Fest, aunque parezca que comenzó ayer. Mañana la «ciudad de la música» desaparecerá como por arte de magia. Pero queda esta última jornada de festival del sábado que promete ser apoteósica. Con Fear Factory, Baby Metal, Electric Callboy, los míticos Megadeth y el concierto final de los más esperados, Avenged Sevenfold, entre otras bandas. El Resu no acabará ahí, habrá una espectacular sesión de fuegos de madrugada para despedir esta edición y anunciar la número 20 del 2025.
Ayer, sábado, el día empezó con niebla y llovizna. A partir del mediodía empezó a despejar, aunque en realidad el tiempo irregular no importa demasiado a los 30.000 fans que llenan el recinto del festival cada día. Acaso por las playas, aunque los más atrevidos no dejan de bañarse igual en Covas y Area y disfrutan de las terrazas tanto en el exterior como en el Resu, donde disponen de una amplia zona de restauración.
Sin apenas incidencias de consideración después de tres días, se siguen perdiendo llaves y documentos, que se entregan en objetos perdidos a la entrada del recinto. Algún afectado por el exceso de alcohol, pero poco más. Son estos unos días especiales en Viveiro, que dejarán un vacío en los días posteriores pero enseguida llegará el Mercado Renacentista el próximo fin de semana. Es un no parar durante todo el verano en Viveiro y en toda A Mariña lucense. Y esto no ha hecho más que empezar.
Banderas de Palestina y letreros contra Altri en el sensacional concierto de Bring Me The Horizon
En la «ciudad de la música» no están al margen de la realidad, el rock en parte se nutre de ella. Los asistentes también aprovechan la multitud que asiste a los conciertos, especialmente a los estelares, para hacer ver sus proclamas. En el concierto de Bring Me The Horizon, el pasado jueves, se pudieron ver banderas palestinas o letreros contra la instalación de Altri, por ejemplo. Así lo relata nuestro compañero de Redacción Iván Díaz: «O concerto do pasado xoves de Bring Me The Horizon foi sensacional. Brutal a nivel musical, acompañado dunha potente posta en escena con apoio videográfico e lume. A xente vibrou, con manteos, pogos, e continuos saltos e bailes, e tamén se emocionou, especialmente cando o frontman Oliver Sykes baixou do escenario e paseou entre o público das primeiras filas, co que cantou, se abrazou e ata fixo selfis. A entrada xa se foi aproximando ao cheo. O ambiente moi bo, había xente disfrazada; de feito, chamaron moito a atención dúas monxas, por exemplo, víronse familias con nenos á medianoite; francamente, moi bo rollo e algunhas reivindicacións entre algúns dos asistentes, como unha bandeira de Palestina ou un letreiro contra a instalación de Altri».