Hoy se cumplen 25 años de la canonización del único santo de A Mariña, nacido en Foz y fusilado en Asturias

La provincia de Lugo cuenta con tres santos, San Froilán (Lugo, 833-León, 904); José María Díaz Sanjurjo (Pol, 1813-Vietnam, 1857) y el más reciente, Manuel Canoura Arnau (Santa Cecilia, Foz, 1887-Mieres, 1934), de cuya canonización como Inocencio de la Inmaculada Concepción tuvo lugar tal día como hoy hace 25 años, el 21 de noviembre de 1999, en Roma por el papa Juan Pablo II. Fue un día de fiesta en toda la diócesis. A la capital italiana se desplazó entonces desde A Mariña una comitiva integrada por unas 70 personas (buena parte de ellas en un bus que salió de Foz y otros en avión), entre las que figuraban dos sobrinos nietos del santo, Carmen, Margarita y José Canoura; el teniente de alcalde de Foz, Xaime Cancio; el conselleiro, Celso Currás y el obispo, José Gea Escolano.

Aquel día, fueron canonizados otros santos (nueve españoles y dos italianos).  Los nuev españoles eran beatos desde 1990. En 1998 se publicó el decreto de reconocimiento de un milagro, paso previo a la canonización, consistente en la curación de una joven de Nicaragua enferma de cáncer.

Manuel Canoura nació en Santa Cecilia el 10 de marzo de 1887. Inició la formación Pasionista cuando tenía 14 años de edad, llamándose fray Inocencio y pasando por varios lugares donde la orden tenía presencia, como el monasterio de Os Picos, en Mondoñedo. Fue ordenado sacerdote en Oviedo el 20 de septiembre de 1913, siendo su último destino Mieres, en Asturias, donde moriría fusilado con otros ocho religiosos a las dos de la madrugad del 9 de octubre de 1934 en el cementerio de Turón. Tenía 47 años. Ocurrió que durante la Revolución de Asturias contra el gobierno de la República, Manuel Canoura fue apresado, junto a otros ocho hermanos salesianos, cuando celebraba misa en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Turón. Hay otra versión que apunta que fue detenido cuando se dirigía a Turón a confesar a unos niños. Canoura y los frailes fueron llevados a la «casa del pueblo», decretándose finalmente su condena a muerte. Una placa recuerda su martirio en el cementerio de La Belonga en Mieres, si bien hay dudas sobre la ubicación de los huesos.

Pese a ser el único santo de A Mariña, la festividad de san Inocencio de la Inmaculada Concepción pasa poco menos que desapercibida en A Mariña. Se celebra el 9 de octubre. En el atrio del santuario de Os Remedios, en Mondoñedo, hay una talla de san Inocencio de la Inmaculada esculpida por el sacerdote mindoniense Pedro Díaz.

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