«No veo el bum de chiringuitos como una competencia, sino como algo positivo para todos»

«La competencia es saludable y nos beneficia a todos». Así opina Juan Carlos Fernández -propietario con su esposa, Esther Montero, de Llanoponte, uno de los principales grupos hosteleros de la provincia de Lugo, con sus restaurantes La Quinta en Foz, Ribadeo y Avilés; Mar de Rinlo en Ribadeo y Gijón, y pisos turísticos-. sobre el bum de chiringuitos que está dando en A Mariña: «Es positivo. Los chiringuitos están suponiendo una oportunidad para gente que quiere emprender y quizás no dispone de capital para hacer la inversión que requiere un restaurante como La Quinta o Mar de Rinlo. Hablo de inversiones millonarias. En Gijón casi nos fuimos a los tres millones, pero, claro, la ubicación hay que pagarla. En cambio, en un chiringuito trabajas tres meses y es una forma de entrar en el sector turístico».

«Un negocio, por mucho que trabaje, si no tiene un complemento está en el riesgo de morir de éxito. Hay quien ve los chiringuitos como una competencia, pero yo los veo como un complemento, porque la gente, el visitante, también valora la variedad de oferta. Un destino turístico se construye así y, aunque entiendo que haya gente que esté harta del turismo, genera mucha riqueza. Lo que no comparto es implantar una tasa turística. A Mariña aún no está a ese nivel. Falta mucho por hacer y para ello debería haber más unión entre empresarios. Hacer, por ejemplo, un gran parque acuático en A Mariña. ¿Cuánta gente captaría? Miles de visitantes, sin duda» concluye.

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