La propuesta: El Museo del Agua, en Finca Galea, un lugar con mucho duende en Alfoz
A MARIÑA













Emilio Méndez es el alma máter del proyecto Museo da Auga al que dedicó su vida y que a veces él mismo explica a los visitantes
07 jul 2025 . Actualizado a las 13:19 h.«Es un lugar muy agradable para relajarse, escuchando los sonidos del agua, el croar de las ranas, los cantos de los pájaros... Y terminar viendo funcionar un antiguo molino», «Aunque ya había visitado la finca más veces, en esta última ocasión tengo que decir que la vi más mágica y espectacular», «Lo mejor de Finca Galea es que Emilio cuente con ese cariño que tiene para transmitir como la naturaleza se abre paso a pesar de la mano del depredador humano, como ante las adversidades climatológicas se sobreponen los árboles, y como las raíces son capaces de abrirse hueco en terrenos inhóspitos para seguir adelante», «Ha sido un verdadero placer conocer este sitio», son algunas de las frases que dejaron en la página web de Finca Galea quienes descubrieron este rincón con duende en Alfoz. Se refieren en sus valoraciones a Emilio Méndez, el alma mater de este proyecto que es el Museo del Agua alfocense y un verdadero remanso de paz en el que la mano del hombre se conjuga sabiamente con la creación de la naturaleza. La parte de alojamiento rural la gestiona Os Tres Treixos, con Manuela Saiz y Juan Carlos Porcel al frente, desde el año 2017, aprovechando este espacio único para programar también talleres periódicos (de pandeiro, macramé, velas o arteterapia, en fines de semana) o estacionales como los que va a haber en otoño y que incluyen actividades guiadas sobre el entorno, de respiración consciente y yoga de la risa. Proponen «descubrir la combinación y belleza natural del agua, la tierra, la luz y toda la fuerza vital de castaños, robles, arces, abedules y hasta un gigante centenario eucalipto, que junto con las variedades de jazmines, camelias, hortensias y otras muchas aromáticas, cautivarán tus sentidos», así como el antiguo molino y el batán o rincones como el «jardín de los secretos», el «puente de los enamorados», la «boca de la verdad», o el «caprichoso abedul flotante». «Las formas de los árboles que son esculturas, el agua discurriendo, el croar de las ranas, todo es mágico», finalizan en la descripción de una finca de más de 62.000 metros cuadrados y «abrazada por el rio Ouro».

Manuela Saiz subraya que Emilio Méndez «es el alma de Galea». «Aprendemos muchísimo de él», enfatiza. «Emilio es una de las personas que más me ha sorprendido en este mundo porque es todo generosidad», destaca. Su carácter puramente zen le identifica y lo ha transmitido, al igual que su amor por la naturaleza, a este espacio singular alfocense. «Desde Os Tres Teixos aconsejamos a la gente que vaya a ver la finca. Los que la ven con él vienen enamorados de Emilio y de la finca por la pasión que transmite», finaliza Saiz.